Los escándalos se producen por hecho o dicho considerados inmorales que causan indignación y gran impacto público. La inmoralidad es predicar una cosa y hacer la contraria, es decir la mentira y la difamación.
Aquí, en estos días a nivel de políticos nacionales, sufrimos tres indignaciones de gran impacto a nuestro pensamiento normal.
Cuando escucho a un político como Iglesias que predica que cómo es que se pone a un político de ministro de economía cuando se compra un ático de 600.000 euros, que ni sabe administrar su economía; va este parlachín político y se compra con la mujer que cohabita un chalet en Galapagar de más de 2.000 m2 y por 600.000 € = 100.000.000 de pesetas, me produce indignación y escándalo ante lo que dice y hace lo que critica. Hecho y dicho cínico y escandaloso.
Otro escándalo es la deslenguaz Montero, cohabitora de Iglesias, quienes esperan mellizos, y dice que ellos fueron, son y serán neocomunistas, y que la compra del chalet es para respetar la intimidad de sus futuros hijos. Cuando son paladines de escraches a políticos a los que no han respetado su intimidad. Que escándalo de mentirosa y cínica. Y su partido Podemos mudo. Que vergüenza. Tontos más que tontos, que no te enteras que eres tonto del too”.
El tercero es Casado, otro escándalo de su currículo académico, no sé si es verdad lo que él dice o no. Sé por experiencia, como un vicerrector de ordenación académica, presionaba a profesores de una comisión para que falseando documentos saliera de profesor/a a una plaza que otra tenia más méritos, que me opuse.
Estos hechos y dichos son escandalosos pero tanto por Casado si es cierto, como para las Universidades, de arreglos injustos en favor de quien no tiene suficientes méritos. Es llamado mentira y amiguismo. Inmoral. Que vergüenza.