El “juez” Jordi Évole piensa que los políticos golpistas no deben estar presos

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Jordi Évole se nos ha convertido en juez

Para el “magistrado” Jordi Évole los políticos golpistas no deberían estar presos. Es decir, según este reconocido jurista, los delincuentes solo deberían pagar por los delitos en función a cómo le caigan los delincuentes a él y si a él le parece bien el delito cometido.

Es decir, Évole se pone del lado del separatismo, una vez más. Debe ser que las leyes que se deben cumplir y por las que se debe pagar son las que a él le parezcan bien. Promover un golpe de estado, desobedecer órdenes judiciales y usar para todo ello, además, dinero público, a Évole le parece bien si el fin es el separatismo.

Salgo de Estremera de ver a @junqueras (también he podido saludar a @raulromeva y @quimforn) y sigo pensando que no deberían estar presos.

— Jordi Évole (@jordievole) 26 de mayo de 2018

Évole siempre con sus salidas de pata de banco

Las salidas de pata de banco de Évole ya son tristemente habituales. Sus “colegueos” con etarras como Otegui o políticos golpistas como Junqueras llaman la atención. El mismo personaje al que indigna que aparezca la bandera española en TVE el día de la Fiesta Nacional, le parece de lo más normal darse palmaditas en la espalda con un terrorista condenado como Otegui.

Y no solo eso, cada vez nos deja más claros sus conceptos judiciales. La justicia solo debe estar vigente en lo que él esté de acuerdo, por lo tanto la justicia “versión Évole”, no debería ser igual para todos. Puede ser separatista o lo que quiera, pero incumplir la ley como han hecho sus amigos políticos presos no es ni una ideología, ni un sentimiento nacional. Simplemente es saltarse la ley.

La misma ley que por otro lado ampara a esos políticos para cobrar sueldos descomunales y obtener privilegios y jubilaciones de oro. La ley no puede ser acatada solo en parte o en lo que conviene a una persona, se debe acatar en su totalidad. Para Évole debería haber una ley para el separatismo catalán y otra para el resto de España. Y ahí sigue, tan campante y enérgico cuando son unos los que incumplen con la ley y tan benevolente cuando la ley no la cumplen los que a él le caen bien.

Menuda cara más dura que tiene el tipo.