Alfredo Duro no se muerde la lengua, como es habitual en él
No es raro que el colaborador de “El Chiringuito de Jugones”, Alfredo Duro diga exactamente lo que piensa de alguien. Lo hace habitualmente en el programa en el que colabora y también lo hace habitualmente a través de su cuenta de Twitter.
Esta vez ha sido a cuenta de los dos niñatos que nos representaban en el Festival de Eurovisión, para nuestra desgracia, y que se han pasado el día ofendiendo a sus representados por obra y gracia de TVE.
El remate de sus ofensas fue el regalo del libro “España de mierda”
Si ya todos teníamos claro que quien nos iba a representar en Eurovisión, Alfred, era un independentista catalán. Lo tuvimos mucho más claro después de enterarnos que con motivo del “Día del Libro” había regalado a Amaia el libro “España de mierda”. Eso es algo que no ha pasado desapercibido para nadie. Tampoco para Alfredo Duro a quien, como es lógico, ese regalo ha molestado y ofendido, como nos ha pasado a muchos.
Duro ha dejado muy claro en su cuenta de Twitter su opinión de esta parejita. Opinión que muchos compartimos y aplaudimos. No puede ser que estos dos niñatos ofendan a la gente a quien dicen van a representar sin que reciban una respuesta contundente. Tan contundente como lo escrito por Alfredo Duro en su cuenta de Twitter.
Me gusta Eurovisión!!! Tiene todo lo que se necesita para que un anormal que va allí con su cuchiparejita nos defina como lo que somos por aguantar bazofia como la suya. Un país de mierda!!!! pic.twitter.com/WSdH0XYM5N
— Alfredo Duro (@alfredoduro1) 12 de mayo de 2018
Poco después volvió a publicar otro tuit debido al evidente gesto de mala educación de Amaia, quien bostezó ante las cámaras sin taparse la boca.
Se abre turno para seguir haciendo el ridiculo y demostrar que este país no se cansa de aplaudir lo mediocre y la imbecilidad!!! pic.twitter.com/Bn3glWbwGx
— Alfredo Duro (@alfredoduro1) 13 de mayo de 2018
Vergüenza de niñatos atontados y maleducados. Alfredo Duro tiene toda la razón en lo que dice. Parece mentira que se permita que gente así represente a nadie. Y mucho menos en la televisión pública, en la que pagamos todos.