

No voy a enumerar toda la amalgama de bandoleros que hubo en Andalucía, no por ser donde hubo más bandidos que en el resto de España, aunque también podría ser por las serranías que tiene la tierra andaluza y su configuración geográfica, sus montes les daba a estos facinerosos lugar de escondite y centro de operaciones, tanto Sierra Morena y Sierra Nevada, junto a la Serranía de Ronda y Benamejí, comarcas idóneas para ocultarse de sus fechorías y crímenes.
También los hubo en Zamora, Barcelona, Gerona y Lérida. Para situarnos un poco más y dar renombre, comentaré que el más famoso fue José María Hinojosa, apodado el “Tempranillo” y Diego Corrientes y para rematar señalo también al “Pernales”, y no tendría perdón, si no nombro a los Siete Niños de Écija, donde se dice que “ni eran siete, ni eran de Écija”. La tierra andaluza era el campo de batalla de estos bandidos, asesinos y fuera de le ley.
El estado no crea riqueza, este debe limitarse a gestionar el caudal que pagamos todos nosotros con nuestros impuestos, sin embargo algunos les dan un sentido administrativo excelente, por decir algo, pero hay gobiernos en esta España que no saben gestionar esa riqueza que reciben , pero si saben a dónde deben ir esos patrimonios, se los dan a las “Sierras Morenas”, como si fuesen hijas suyas que, por cierto, hay 17 comunidades y 2 autonomías, Melilla y Ceuta junto a los dos archipiélagos, Canarias y las Baleares. Es decir: 21 hijos que tiene que amantar y criar.
Hay que recordar los dineros que se han despilfarrado, millones de euros, este dilapidado dineros fue ominoso y abominable, aún se recuerda, ahí están los escritos que, como se decía en tiempos de bandoleros, del dinero robado a los ricos se les daba a los pobres para que silenciaran sus escondrijos en las serranías.
Los casos de los ERE, han dejado a Andalucía arrastrarse por los suelos, más de 200 políticos se subieron a las lomas de esas sierras para loar entre jaras y romero, juncias y madroñeras, adivinando en donde gastar esos euros que aun presuntamente se les atribuyen: la ambición de gastar miles y miles de euros en asuntos que todos conocemos.
Hay casos, los cuales me vienen a la memoria, que causan risa, no por ellos, vergonzosos que al “parecer” se tiraron a los penachos de esas “Sierras Morenas”. Hay una que nos dejó con la boca abierta. Se dieron dineros para el estudio del pie zambo en una región de África.
Las hemerotecas están llenas de cambalaches torticeros y vergonzosos—por decir algo—Hasta cuándo duraran todos estos latrocinios, no lo sé. Pero a tenor de todo esto, pienso que seguirán estos desmanes y tropelías. España tiene muchos hijos bandoleros, los dineros pasan de mano en mano, como los que robaban los bandoleros a los ricos que después se los daban—según se cuenta en los mentideros de las villas—a los pobres.
Los vascos seguirán pidiendo euros, los catalanes lo mismo y seguramente resurjan otros gorrones alargando la mano abierta para después metérsela en los bolsillos.
Pronto tendremos nuevas elecciones, nos daremos todos cuanta de cuántos zombis saldrán a la calle para vociferar los desmanes, atropellos e injusticias, tanto de unos y de los otros. Y después tan amigos. Todos son iguales a la hora de repartir dividendos. Mientras tanto, tenemos multiplicados en personal, las diputaciones, los consorcios aumentan y las mancomunidades aflorarán sus cabecillas de turno con más gastos y sangrías con nuestros impuestos.
En España no hay políticos que tengan “huevos” para quitar tanto despilfarro, es más, estos los nuevos políticos se comerán las mismas brevas que sus antecesores, vienen de las misma escuela y muchos traerán debajo del brazo enseñando sus máster, diplomas y títulos. Mientas tanto esto seguirá lo mismo que siempre. Y los paganinis estaremos silenciosos, haciendo mutis por la puerta de este gran teatro que es España.