Admirable el gesto @2Cronopia
En un mundo en el que nuestros hijos nunca son los malos, lo son los demás, y en el que cuando se les pilla haciendo algo malo es por culpa de otros, es digno de admirar el gesto que ha tenido la tuitera @2Cronopia. Esta madre relata en un hilo de Twitter como poco a poco fue descubriendo que su hija participaba en el acoso a otra niña. Niña que, además, había sido su amiga.
Si para un padre es terrible, y lo digo por experiencia propia, enterarse de que alguno de sus hijos está siendo acosado en el colegio, debe ser igual de terrible, o peor, enterarse que alguno de sus hijos participa en ese acoso. Por eso es admirable el gesto de @2Cronopia.
Cuando alguien pasa por ser el padre del niño acosado sabe que el primer problema al que se enfrenta es a los padres de los acosadores. Todos tenemos unos hijos perfectos y lo peor de todo es que muchos padres, aun conociendo ese problema de su hijo, no lo reconocen nunca.
Tener una madre como @2Cronopia ya es el primer paso para que el problema se solucione inmediatamente
Pero en este caso el problema es seguro que tenga un final feliz, si las madre de las acosadoras son como @2Cronopia. En un mundo donde se están perdiendo todos los valores, es fundamental que nos demos cuenta que los principales culpables de eso somos los padres. Tanto si nuestros hijos son poseedores de unos valores fundamentales, como si no.
El respeto por el débil, el ayudar a quien lo necesita y el no estar entre la manada solo porque sean más, depende de la educación que demos a nuestros hijos en casa. Son muchos los niños que viven amargados pensando en que tienen que volver al colegio el lunes. Demasiados los que sufren este tipo de cosas. Y mucho más los imbéciles que participan en los acosos.
Esos padres que, aun sabiéndolo, pretenden ignorar que en su casa tienen a un monstruo no saben a lo que se exponen. La cosa irá a más si ellos son incapaces de pararlo porque para empezar no lo reconocen. Están criando a un ser despreciable y sin personalidad que cualquier día podría volver a casa con un ojo morado porque el niño acosado se ha hartado. Y después que vayan a pedir explicaciones, a ver con qué se encuentran.
Este es el hilo de Twitter de @2Cronopia
Mirad cómo es el bullying de discreto, pillo, cabronazo y difícil de detectar:
Dos amigas de toda la vida llegan a 6º de primaria. Ahí empiezan a tener algún roce, nada importante. Cosas de crías.— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
Una de ellas amplía el círculo de amistades y se van separando, aunque la amistad sigue ahí.
Un día, una de ellas -llamémosle Tiburcia- llega a casa diciendo que ya nunca más quiere ser amiga de la otra -llamémosle Erífila-.— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
A que os molan mis nombres.
— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
Bien. Tiburcia dice que ya no quiere ser más amiga de Erífila y en su casa le dicen que ningún problema, que ella es muy libre de tener las amistades que quiera.
— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
Un par de días más tarde, Tiburcia explica en casa que, sin saber por qué, hay más niñas/os que ya no quieren jugar más con Erífila.
— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
La madre de Tiburcia le advierte: “nada de dejar a nadie de lado, eh. Una cosa es no ser amigas, y otra muy distinta hacerle el vacío a alguien”, porque en casa de Tiburcia están muy concienciados con el tema del bullying.
— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
Tiburcia explica que no hay problema, que Erífila tiene más amigas y que no está sola.
De vez en cuando explica “hoy a Erífila le han dicho tal cosa”, pero nunca es un insulto, siempre son pequeñas frases un pelín desagradables pero aparentemente sin importancia.— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
Hasta que un día Tiburcia llega a casa explicando que la directora la ha llamado al despacho para saber qué leches está pasando con Erífila.
— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
La madre de Tiburcia nota que hay algo que se le escapa, porque la directora no te llama al despacho sólo porque hayas perdido una amistad, así que decide llamar a la madre de Erífila.
— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
Y la madre de Erífila le explica lo siguiente:
-Que llevan semanas sin dirgirse a su hija más que para hacerle comentarios despectivos.
-Que le sacan CADA DÍA el anorak del perchero y se lo tiran al suelo.
-Que en el comedor le han dicho CADA DÍA que se cambie de mesa.— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
La madre de Tiburcia pregunta si su pequeña Tiburcita ha tenido algo que ver con toda esta basura y la respuesta es afirmativa.
La buena mujer intenta no montar en cólera pero TIBURCIA VEN AQUÍ AHORA MISMOOOOOOOO QUE TENEMOS QUE HABLAR.— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
Y entonces interroga a la pequeña Tiburcia:
-¿Tú le has descolgado alguna vez el anorak de Erífila para tirárselo al suelo?
+Hmmmm…no…yo no. Pero he visto quién lo hacía.
-Y cuando has visto que le tiraban el anorak al suelo ¿no has hecho nada para impedirlo?
+No…— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
-¿Tú alguna vez le has dicho a Erífila que se cambie de mesa en el comedor?
+…Una vez solo, mami. Pero le dije que si quería, que si no quería, no. Los que le dicen que se cambie cada día son “los otros”.— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
-¿Y tú que haces cuando a la que ha sido tantos años tu mejor amiga le dicen que se cambie de mesa?
+[…]— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
Y así es todo: nadie ha hecho nada en concreto. Una sólo le dijo un día que se cambiara de mesa, Fulanito le tira el anorak al suelo porque se lo ha dicho Agapita, y Tiburcia lo ha visto pero no ha hecho nada.
— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
Nadie ha hecho nada “muy gordo”, pero Erífila era una niña que iba al colegio contenta y que tenía muchos amigos y en cuestión de cuatro días se ha convertido en una niña que está sola y que llora todas las tardes.
— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
Lo peor de todo esto es que en casa de Tiburcia se ha hablado una y mil veces de qué es el bullying, cómo se origina y qué NO se debe hacer para convertirse en una acosadora.
Y lo otro peor es que “Tiburcia” no es Tiburcia: es mi hija mayor.— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
Le he preguntado cómo ha podido hacer algo así y, después de pensar unos segundos, ha dicho: “pasa sin que te des cuenta”.
— Cronopia (@2Cronopia) 15 de febrero de 2018
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