Hola comensanas y comensanos, ya hemos pasado del 14 de Febrero, “San Valentín”.
A estas alturas nos hemos olvidado de las temidas navidades y hemos desistido de algunos de nuestros propósitos. (Espero que no sea el del estilo de vida saludable).
Esta mañana estaba hablando con una persona en consulta y me decía que celebraba San Valentín con una cena a todo postín regada con vino, champán y bombones. Terminaba la frase diciendo… “UN DÍA ES UN DÍA.” De pronto en mi cabeza han aparecido todas las veces que oigo esa frase “UN DIA ES UN DÍA”.
Cumpleaños de algún familiar, tarta y demás …. ¡Un día es un día! ¡Ojo! Que llegan las fiestas de mi pueblo, pues como si no hubiera mañana, lo damos todo con las comidas populares, los dulces típicos y el hielo.¡ El hielo acompañado, claro! ¡Un día, es un día!
Vamos a tomar café con los del inglés de los niños. ¿Que a alguien le apetece un cruasán de chocolate? Pues cruasán para todos, ¡Que un día es un día!
¿Cuántos compañeros de trabajo tienes? Espero que pocos, porque cada compañero suma una fiesta de cumpleaños, independientemente de como te caiga. Pero vamos, ¡Que un día es un día!
Añadimos las comidas familiares y los clásicos domingos ¿Por qué comemos tanto cuando estamos en familia? !Un día es un día!
A nosotras que somos de Valencia nos llega la temporada de fallas y todo lo que conlleva; buñuelos, chocolatá, cervecitas y mucho hielo. ¡Un día es un día!
Hoy mi jefe me ha echado una bronca monumental, merezco comer algo placentero. ¡Un día es un día!
O simplemente ha sido una semana intensa y hemos conseguido nuestros objetivos. ¡Celebrémoslo que un día es un día!
¡Un día es un día, oigo todos los días!
Tu casa un templo sagrado.
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