Si alguien me preguntara ahora mismo que es una democracia no me atrevería definir con veracidad lo que yo creo que pudiera ser, aunque sí opino que hay muchas definiciones que podría venir como anillo al dedo para colgar alguna de ellas en este glosario. Bien es verdad que una democracia sin políticos nos iríamos todos a la mierda y si estos políticos que tenemos en España a vista de lo que vemos en las teles, yo diría que esta libertad que nos otorga esta democracia está desnuda de otros principios básicos y éticos que debemos tributarnos unos a otros.
Estamos perdiendo la compostura y el sentido moralista de los hechos. En algunas ocasiones hemos visto a políticos entrando en el Congreso de los Diputados con mochilas sobre sus espaldas, como si estuviesen esperando ir de picnic, con sus camisas por fuera de los pantalones uniformados con ropajes de ir a manifestaciones o a sentadas; he escrito mochilas por no decir otra palabra análoga que podrían ser sacos o morrales. Lo bueno de todo esto no es en sí el vestuario. La indumentaria es lo de menos, yendo limpio, si olores raros y con calcetines, faltaría más, sería lo correcto y deseado.
Hay protocolos y formalidades que debemos ajustarnos a ellos, máxime que estos señores políticos, los de la talega a sus hombros, parecen que van a echar en las aradas las simientes en los campos. Y que decimos de las corbatas, posiblemente no sepan hacerse el nudo. Lo vimos al cacique de Podemos ante nuestro Rey, eso sí con camisa oscura y su coleta embrollada con una gomilla posiblemente cuando le regaló la serie de Juego de Tronos.
No creo que esta figura desaliñada fuera de contexto le molestara al monarca, ya que sabía y conocía a este personaje. Pero los protocolos son los protocolos, aunque para este sujeto esta falta de esmero y de acicalado le hiso llevar varios días mencionándolo en todo tipo teléfonos inteligentes, telediarios y radios, los desbarros no tiene reserva estos desaliñados cuando rajan; las críticas sobre el Rey han sido bajunas —en la entrega del toisón— donde han criticado reprochando que: “se elige por fecundación y toma sopa en tres platos”. El comentario no merece nada más que el silencio. El silencio les define.
También la Podemita Roteña, Teresa Rodríguez ha vacilado de lo lindo y sin pestañear al director de ABC de Andalucía le lanzó con una ordinariez una frase llena de una incultura que solamente estos figurantes saben hacerlo, “Y le agradecería que no me tutee, yo no le he tuteado y a diferencia de usted soy una representante electa y por tanto una autoridad. Seguro que conoce las reglas de tratamiento y protocolo” toma del frasco carrasco. Poco se nota que conozca cualquier tipo de protocolo Nada menos que electa por el pueblo y por tanto es una autoridad. Pues señora, yo si le voy a decir, con mucha educación el tratamiento de USTED. Su objeción al entrevistador solamente me resta decir “una cosita”. Lo mismo que le han aupado a USTED este título de autoridad se lo pueden quitar y punteando algo más diré: los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo… por los mismos motivos.
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