intenciones de voto

Las elecciones pasadas en España  fueron el 26 de junio del año 2016, aún quedan dos años para que haya otras elecciones, a no ser que, venga el tito paco con las rebajas y tengamos que arremangarnos para meter  en las urnas los votos  en los colegios electorales. Dicho esto me da la impresión que ya tenemos, mejor dicho, llevamos tiempo en donde estamos viendo las intenciones de voto de los partidos políticos —nunca me han gustado este surtido para engañabobos— cuando lleguen los próximos plebiscitos inundaran con  numerosísimos  nuevos partidos que en cualquier caso, muchos de ellos son los mismos, e incluso adosados a sus chepas. Cuando hay nuevas elecciones, se oye en la calle el mismo murmullo de siempre: “son los mismos perros con distintos collares”.

Ahora mismo se da la paradoja que nadie cuenta en los medios informativos lo mal que lo están pasando muchos  de nuestros compatriotas, etc. etc. Ni que decir tiene que  en estos medios, se silencia las barbaridades de sueldos que se acumulan año tras años nuestros políticos, porque son nuestros políticos.

El tal Carlitos Puigdemont, “podría cobrar como expresidente y seis de sus Conselleres percibirían su sueldo de diputados. (Según el economista) El tal Carlitos cobraría el 80 % de su retribución mensual, cuya cifra  al año es de 145 mil euros, apunten y hagan la regla de tres, y por decir algo más la “generala de Madrid” la variopinta y exjuez y actual Alcaldesa de la capital de España supera la cantidad de 103 mil euros. Quisiera saber  cuándo nos cuentan el salario medio de los españoles están metidos los sueldos de todos  estos regidores, si es así,  me seguiría abriendo mucho más la boca de ver el engorde tripero de nuestros político.

Sigo diciendo que los “cuentos “de los votos y otras zarandajas hay que ponerlos en remojo, pero los sueldos de estos señalados  seguirán subiéndose el sueldo  todos ellos, me refiero a los políticos, trabajadores  por cuenta ajena de todos los españoles. Somos nosotros los que les depositamos los votos a sabiendas de lo que cobran, no tenemos remedio, tenemos lo que queremos; además de estipendios raros de asimilar por estos paisanos. Las intenciones de voto y otras zarandajas no me sirven a mí  para nada, ya que la verdad de lo primero —intervenciones de voto— se verá el día de elecciones y el segundo —y otras  zarandajas— seguiremos tragándolas.

Hay por ahí un dicho que dice: no hay árbol que el viento no haya sucumbido. Las semillas de este árbol político van cayendo al suelo, ya han empezado a brotar en el bosque, estas hojas  no nos dejaran ver el horizonte.

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