Publica hoy el diario noticies.es que cerca de un 30% de los agentes de la Guardia Civil que prestan servicio en Tarragona tienen intención de irse de Cataluña. La causa es el descontento y malestar que sienten por el actual momento de tensión política, que afecta muy directamente al cuerpo policial. Así lo ha trasladado la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), al subdelegado del Gobierno en Tarragona, Jordi Sierra.
La difícil situación que viven en Cataluña los agentes
Según la AUGC, “en los días previos y posteriores al 1 de octubre se vivieron escenas realmente tristes ante las comisarías de la provincia”, apuntando a “escarnios”, con “parte de la población rodeando los edificios, profiriendo insultos y amenazas” contra los agentes “y sus familias”. Estos hechos “provocaron crisis de ansiedad a algunos menores que estaban dentro de las viviendas”.
Según publica el medio, la principal asociación de guardias civiles también hace referencia a los “problemas que han tenido los hijos de los agentes en las escuelas” en los días posteriores a la celebración del referéndum. Por todo ello, la AUGC ha pedido que los agentes destinados en Catalunya tengan “el reconocimiento de trabajo en Zona Conflictiva”, como se hace con los destinados en el País Vasco y Navarra.
Del mismo modo, desde la AUGC han pedido al subdelegado “que se lleve a cabo una pasarela de agentes de los Mossos que el día 1 de octubre hicieron cumplir la Constitución” y que, según aseguran, “están teniendo problemas con sus compañeros y con los mandos” por este hecho. Por ello proponen que pasen al cuerpo de la Guardia Civil.
Difíciles situaciones tras el 1-O
Situaciones vergonzosas como los escraches sufridos por agentes alojados en algunos hoteles o por los ubicados en el barco de “Piolín”, harían saltar las alarmas en cualquier estado civilizado. En las hemerotecas y videotecas quedan esas imágenes de agentes acosados por los ciudadanos, en los hoteles de Calella y Pineda de Mar en los que estaban alojados. Lejos de recibir el apoyo necesario, fueron expulsados de esos hoteles debido a las presiones de alcaldes y concejales independentistas. Un acoso -escrache- que se repitió ante el Cuartel de la Guardia Civil de Travesera de Gracia en Barcelona, el de Manresa y el de San Carlos de la Rápita. Situaciones vergonzosas que se repitieron ante la Comisaría de la Policía Nacional en Reus.
Estas situaciones desembocaron en la apertura de diligencias por presuntos delitos de odio por parte de Fiscalía y algunos juzgados.
Muchos ciudadanos consideramos que no se ha hecho lo suficiente para evitar y reparar el acoso vivido por policías y guardias civiles que han sido vilipendiados de un modo, en ocasiones violento.
Los agravios no sólo han tenido que ver con la hostilidad de muchos ciudadanos catalanes, sino con el trato recibido desde el propio Ministerio del Interior, responsable de velar por las condiciones de su alojamiento y estancia. Algunos de estos agentes, los ubicados en el ferry Rhapsody, han pasado una Nochebuena en peores condiciones que la mayoría de presos de nuestro país. Se les sirvió un menú, indigno de quienes estaban lejos de sus hogares y sus familias, velando por el orden y la seguridad de todos.
A los GC y policías que han sufrido el acoso de catalanes indignos: GRACIAS