Cierto día mi madre me envió siendo yo muy niño a comprar una aguja de coser, en mi casa había dos modistas, una de prendas de todo tipo de señora y la otra de trajes de sastrería.
Cuando torné de vuelta con la aguja y echándole mi madre un vistazo me dijo: pero hijo ¿cómo voy a meter por ese ojo de la aguja esta lana?, lo dijo enseñándome una hebra de lana de tamaño que yo, a simple vista veía que no podía utilizarla para aquella aguja de grosor pequeño.
Volví por mis pasos a la pasamanería para hacer el cambio.
Estamos viendo que hay muchas clases de agujas con distintos ojos y madejas de distintas clases y tamaños para meter todo tipo de hilos y de madejas de lana. Este recuerdo me ha hecho reflexionar sobre la desaparición de Marta del Castillo hace ahora ocho años y la, al parecer hace ahora muy pocos días, descubierta, asesinada presuntamente en un pozo de una fábrica abandonada en Rianxo (La Coruña) otra joven, Diana Quer.
Hay que meter el hilo en distintas agujas
No voy a entrar en preámbulos, al parecer, dos jóvenes presumiblemente asesinadas, una en Andalucía (Sevilla) y la otra en Galicia (Rianzo), dos procesos muy parecidos, donde por lo observado y acontecido hay que meter el hilo en distintas agujas.
El asesinato, diré presumiblemente de Marta del Castillo por lo visto siguen sin encontrar los hilos para ensartar el hilvanado que aún queda para cerrar de una vez y conocer la verdad de esta macabra historia, que cada vez que hay una muerte, en parecidas circunstancias, al menos, a mí, aún me sigue angustiando la desaparición y la “guasa” como dicen en la capital sevillana, donde siguen los “dimes y diretes” de aquellos días. y lo que seguro quedará mucho por investigar.
No sé si será aún pronto—por no pecar de ignorancia la estrategia de los frescales procesados—o aún ya es tarde para conocer la verdad de aquel luctuoso crimen que lleva 8 años sin resorber o lo remedado, que no hay hilo suficiente para entrar a saco de una vez en este caso. Cuando se llegue al final de esta macabra película, nos quedaremos aturdidos, y alelados de ver el final de esta cinta de suspense, la cual se ve desde lejos e incluso podría estar cerca.
El presunto asesinato de la joven gallega tendrá otro rumbo, pero hay una oscuridad que me dice que este caso le queda algunas puntadas para resolverlo del todo, aunque a decir verdad, estos dos delitos son distintos. Aquí me hago un silencio muy grande, esperanzador de que se sepa de una vez por todas y digo, caiga quien caiga por la desaparición de la sevillana, o lo que dice el refrán: más vale tarde que nunca.
Desde estas mismas líneas, me congratulo y aplaudo la puesta en escena y la comparecencia de la Guardia Civil en todas las televisiones dando las explicaciones de todo cuanto ha sucedido con el asesinato de Diana Que. Les doy las gracias también a toda la Guardia Civil a todos los jefes de este cuerpo en Galicia. Lo mismo me gustaría a mí, y creo que a todos los españoles, darle un viva a este cuerpo en Andalucía cuando conozcan el paradero de la joven sevillana Marta del Castillo.
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