Cuando uno se agarra a unos pronunciamientos y los da por válidos, me refiero a la palabra varones a “los viejos rockeros” de los partidos, me doy cuenta que se refiere a políticos mayores de edad. En principio no es así. El diccionario de la RAE define barón, en su segunda acepción: «Persona que tiene gran influencia y poder dentro de un partido político, una institución, una empresa, etc…».
Evidentemente a esta acepción, y no a la primera, «título de dignidad, de más o menos preeminencia según los diferentes países», corresponde el concepto político de «barón». Los varones del PP son señorones, algunos de ellos han claudicado por si mismos —aunque algunos siguen a verlas venir, e incluso posiblemente habrá algunos más que les cuesta trabajo y sudor dejar sus poltronas si tienen categoría.
Este partido hace tiempo que perdió su identidad, ha ido dando tumbos en su ideología, los cambios de Alianza Popular se quedaron obsoletos o cambiaron su pensamiento hacía otros itinerarios, no cambiaron su estructura no fue cambiada por gente vivaz y comprometida, en sus cambios de rumbo apisonaron todo cuanto había de Alianza Popular. Las encuestas con intención de voto le presagian una abultada derrota —aunque yo no creo en las encuestas— cosa se le está viendo elecciones tras elecciones. La gente mayor de este partido, sus varones, siguen dando presagios de que será así. Díganme que hace Arenas. Lo menciono por ser el elefante político donde ha sido titulado en UCD en el PDP y ahora en el PP, fiel servidor y amigo especial del Presidente del gobierno de España. Según ABC en su segunda página dice: El PP busca recuperar el poder perdido en las grandes urbes. Nombrando Madrid, Valencia y Sevilla. Sí, no me he equivocado, en la tierra de este ilustre varón sevillano.
Pablo Casado, Andrea Levy, Martinez Maillo, Javier Maroto y, no me extraña que el otro antañón Javier Arenas se meta una vez más entre estos jóvenes políticos para recoger alguna vicesecretaria que como aquél jugador de fútbol tuvo que escoger el oficio de recogepelotas por amor a su “trabajo” por los regalos obtenidos. Este partido está perdiendo el rumbo si ya no lo ha perdido. Los nuevos partidos, la crisis y las malas maneras de enfoque de Podemos en cuanto a políticas, y las dificultades que pasó el PSOE no han sabido equilibrar al menos en estos años la balanza que les tenía en alza. El PP ha perdido su identidad, su ideología ha estado dando tumbos sin saber lo que quiere y desea para su electorado.
Objetivo: acabar con el Partido Popular… como sea
Si te gusta El Diestro, únete a nuestro grupo de Facebook
Más del autor…