Julia Otero, despido
Tuit en el que se pide el despido de Julia Otero

Entrevista a Anna Gabriel

Hace un tiempo, Julia Otero entrevistó a Anna Gabriel en un programa de TV3. A mi me da exactamente igual, ni me gusta Julia Otero, ni me gusta Anna Gabriel, con lo que es una entrevista que no me interesa en lo mÔs mínimo. Julia Otero es especialista en entrevistar y dar cancha sobre todo a gente de su mismo palo, es muy libre. No seré yo quien escuche o vea ni un minuto de cualquiera de sus programas.

Pero ha habido personas que, en el mismo ejercicio de libertad que Otero, le critican. En las críticas siempre se corre un peligro, que sean un tanto desafortunadas en sus formas aunque estén cargadas de razón. Hace unos días un tuitero criticó esa entrevista de Otero de esta forma:


Yo no soy partidario de pedir el despido de nadie de una empresa, excepto en ciertas ocasiones extremas. A mi me parece bien la crítica, pero no la petición de despido. Yo no escucho Onda Cero desde hace años y el motivo principal se llama Julia Otero.

Julia Otero responde

Pero Julia Otero respondió a ese tuit y ahí es donde mete la pata de verdad, hasta el corvejón.

La metedura de pata para mi es evidente. En primer lugar lo de “EspaƱa merece otra clase de patriotas”. No, EspaƱa merece patriotas y no antipatriotas como la entrevistada y la entrevistadora. Dice, ademĆ”s, que “impedirĆ­amos entrevistas con diputad@s, la arroba que no falte, electos.

Julia Otero estÔ haciendo con esta crítica lo mismo que critica de quiénes la critican. ¿Por qué quiere ella impedir que a quienes no les parece bien ni Julia Otero, ni la entrevista se expresen? Contando ademÔs con que ella lo puede hacer no solo por Twitter, también a través de sus micrófonos. Con otra salvedad, lo que busca citando el twit, que no es otra cosa que sus seguidores se echen encima de quien osa criticarla.

La libertad de expresión

Cuando ella puso el micrófono a Rodrigo Lanza, presunto asesino de Victor Laínez, pretendía que se expresara libremente un tipo que dejó tetrapléjico a un policía. Y no solo eso, también le puso paños calientes, intentando convertirlo en víctima. ¿Por qué no va a poder expresarse alguien libremente pidiendo su despido de Onda Cero? ¿Porque el centro de la crítica es ella?



Me temo que por la boca muere el pez, Julia Otero. En este caso por el teclado de un ordenador. A todos nos gusta gustar. El problema es cuando cada vez gustas menos y a menos gente. Y eso es lo que le pasa a Julia Otero, que cada vez se le ve mƔs el plumero y estƔ un pelƭn nerviosa.

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