La Sentencia
Convergencia Democrática de Cataluña, CDC, ha sido condenada por la Audiencia a devolver 6,6 millones por las “mordidas” del caso Palau.
La sentencia condena también al extesosero, Daniel Osácar, a cuatro años y cinco meses de prisión por delito continuado de tráfico de influencias.
A Félix Millet, expresidente del Palau, a nueve años y ocho meses de prisión por delito continuado de malversación y apropiación indebida, tráfico de influencias, delito de blanqueo de capitales; y contra la Hacienda Pública.
A Jordi Montull, su exmano derecha, a siete años y seis meses de prisión por malversación de caudales públicos y un delito de falsedad contable, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, y delito contra la Hacienda Pública. Y a Gemma Montull, que era la directora financiera del Palau, ha sido condenada a cuatro años, seis meses y 22 días de prisión por delito continuado de malversación de caudales públicos y apropiación indebida.
¿España nos roba?
Hartos ya de escuchar esa expresión y que la realidad nos vaya demostrando lo contrario, como en el caso de esta sentencia. Habrá que ver las reacciones del separatismo, que serán o el victimismo habitual o el silencio.
Mientras tanto la sombra de Pujol sigue siendo alargada, pero a él no le toca nunca. No se entiende demasiado bien como todas las sentencias le pasan rozando y ninguna le afecta directamente. Con sentencias como estas, nos vamos explicando muchas cosas. Las prisas por la declaración de independencia. La reciente huida Mas y la mentira en la que vive instalado el ciudadano separatista de a pie, que está haciendo el “caldo gordo” a estos delincuentes.
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