Hemos hablado tantas veces de Sor Lucía Caram, alias “Sor Lucía Caram Tous“, que siempre pensamos que va a ser la última porque nos parece imposible que esta señora pueda empeorar la última barbaridad dicha. Pero no, en ella nunca hay “ultima barbaridad”, siempre es la “penúltima”.
Es posible que mucha gente piense que le tenemos una manía especial y no es así. Simplemente no entendemos cómo una monja, que tendría que dedicar su tiempo a otras cosas, se mete en asuntos políticos e incluso futbolísticos, en plan “forofo” descerebrado, llegando incluso a ofender a buena parte de la población, algo extraño en una mujer de su “vocación”.
Con el expolio sufrido por el pueblo de Sijena y sus obras por parte de la Generalidad ha hecho lo mismo.
S.Ignacio decía con sabiduría:”En tiempos de tribulación no hacer mudanza” Pero ya veis.La Guardia Civil ya está en el Museu de Lleida para el trasladado de obras de Sijena https://t.co/paQSbHUVrY ¿No hubiera sido mejor esperar que la democracia esté restablecida plenamente?
— Sor Lucía Caram (@sorluciacaram) 11 de diciembre de 2017
La única “tribulación” que conozco en el asunto al que se refiere Caram es precisamente la que ella no ve. España es un país democrático y esos, a los que tanto apoya, son precisamente los no democráticos y los que pretenden saltarse la ley a la torera, los políticos golpistas. Por suerte no lo han conseguido y el país sigue su marcha, así como la justicia. La justicia ha ordenado la devolución de esas obras a sus legítimos propietarios y esa orden hay que cumplirla.
Porque esa es la base de una democracia, querida monja, la justicia y el cumplimento de las leyes. Leyes que, por muy monja que se sea, usted está también obligada a cumplir y a respetar. Pero si cada día tenemos más claro que las “leyes divinas” le dan igual, ¿cómo le va a importar el cumplimiento de las humanas?
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