La noticia es totalmente surrealista, pero lo mejor de todo es la excusa del agraciado. Resulta que en el “puticlub” de un pueblo de la provincia de Gerona sortean todos los años una cesta de Navidad entre sus clientes. Eso es lo habitual en cualquier negocio de hostelería, al parecer lo es también en los “puticlub”.
Pues bien, este sorteo, el de este año, ha tenido un afortunado agraciado más que curioso. Ese hombre no ha sido otro que el párroco del pueblo, don Nemesio. La noticia ha causado un gran revuelo en el pueblo, pero el párroco tenía una justificación para todo, o por lo menos decía tenerla.
Según el párroco fue la propia “Madame” del local la que le invitó a visitarle puesto que recientemente había dado a luz y quería informarse sobre la posibilidad de bautizar a su hijo. Don Nemesio aclara, también, que su visita se produjo en horario matinal y que el único motivo fue el citado anteriormente.
Imagino que el pobre párroco estará pasando por un momento bastante delicado, tanto si la visita fue por motivos profesionales suyos, o por motivos profesionales de las inquilinas del local. Pero sea cual sea la justificación de su visita, debería analizar el mensaje “divino” recibido. De ser este premio consecuencia de un mensaje “divino”, yo no sabría si tomármelo como un premio o como una advertencia.
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