Víctor Laínez primer aniversario asesinato
Víctor Láinez

Si alguien se da una vuelta por el perfil social de cualquier miembro de Podemos o por cualquier declaración pública que haya hecho en los últimos tiempos, observará algo, la palabra de moda ha cambiado. Hemos pasado por la casta, la trama, la sonrisa, la gente, los desahucios, los “escraches” y ahora estamos en la última, el fascismo y el fascista.

Como cuentan con la gran ignorancia de muchos seguidores lo tienen fácil. ¿Para qué les van a explicar que el fascismo proviene de la izquierda y que, siendo malo, es mucho peor el comunismo que ellos practican? También cuentan con la complicidad de muchos medios que nunca van a explicar nada, porque en general tampoco lo saben, y les van a apoyar en cada campaña de “nuevos términos” que inventen los podemitas.



Ahora todo el mundo es fascista. El que lleva una bandera de España, el que es del PP, el que es de Ciudadanos, el que se siente español en Cataluña y sale a las calles a defenderlo, el que lleva unos tirantes determinados…Pero sobre todo para ellos es fascista el que no es de Podemos, ese es fascista y, como tal, enemigo. Esta búsqueda de enemigos ya ha costado una vida, la de Víctor Láinez, y muchas agresiones que, por supuesto, no aparecen en los medios.

Inventarse un enemigo inexistente e intentar comenzar una guerra contra él ha sido la base de Podemos desde su creación. Ante la falta de ideas, ante la falta de soluciones y ante la falta de personas válidas, es mucho más fácil buscarse algo contra lo que luchar. El matiz es importante, no buscan algo “por lo que luchar”, buscan alguien “contra lo que o contra quien luchar”.

Ahora, tras el asesinato de Víctor Láinez y la encarcelación de uno de sus “héroes” acusado de ese asesinato, Rodrigo Lanza, Podemos se ha quedado inmóvil y sin argumentos. Pero eso es algo que va a ser momentáneo, ahora están como ese león herido que le hace convertirse en más peligroso. Están callados dando forma a historias inventadas, de ahí su silencio.



En breve no aparecerá Pablo Iglesias, ni Echenique, ni Errejón, ni Garzón. Aparecerá cualquier anónimo al que el partido dará amplia cobertura social. Y ese anónimo nos vendrá con una historia inventada. En esa historia inventada crearán dos realidades paralelas, la de la bondad y heroísmo del asesino y la de la maldad y crueldad del asesinado. En breve, y espero equivocarme, no estaremos llorando por el asesinato de Víctor Láinez, estaremos intentando defender su memoria y su persona.

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