oriol junqueras

“A Esquerra Republicana de Cataluña, solo le faltaba la coherencia intelectual del futbolista Xavi Hernández, simpatizante republicano, tan ácido con la democracia española  como amable defensor de dictaduras: En Qatar no hay democracia, pero la gente es feliz.”

En las elecciones autonómicas celebradas en la singular Cataluña el pasado 21 de diciembre, Esquerra  Republicana de Cataluña (ERC), la formación que lideran el golpista Oriol Junqueras y la llorona Marta Rovira, ha quedado relegada a la tercera posición. A pesar de considerar ilegítima la convocatoria, los republicanos se presentaron a las mismas con un doble objetivo: ganarlas y fagocitar la lista de Puigdemont para, de este modo, aglutinar bajo sus siglas el grueso del independentismo.

La cartelería electoral de ERC identificaba sus siglas con la victoria y la democracia: “La democracia siempre gana”. Una burda maniobra, ideada por el cerebro de Rovira y la clarividencia de Junqueras, para enmascarar y consolidar el golpe de Estado gestado hace años y puesto en escena el pasado mes de octubre. La democracia que defienden los secesionistas, tal y como han acreditado durante los últimos años, está muy alejada de la verdadera democracia que, además, como muy bien explica Roger Senserich en un magnífico artículo, no consiste solo en votar (Democracia no es solo votar).

Resulta evidente que Esquerra Republicana de Cataluña ha fracasado en sus objetivos. Ha perdido las elecciones frente a Ciudadanos, la bestia negra del independentismo, y frente a Puigdemont, que ha evitado el sorpasso republicano aunque para ello los herederos de Pujol y Mas hayan tenido que abandonar el modelo nórdico de país y abrazar a los personajes que lideran los movimientos más democráticos de Europa: Nigel Farage (UKIP), Geert Wilders (el ultraderechista conocido como el Trump holandés), Heinz-Christian Strache (líder del ultraderechista Partido de la libertad de Austria), Matteo Salvini (Liga Norte italiana) o Viktor Orban y Janusz Ryszard Korwin-Mikke. Lo mejor de cada casa.

Duros momentos para Oriol Junqueras y los suyos. Terrible, la derrota ante Inés Arrimadas, líder en Cataluña de Ciudadanos. La de Estremera ante Bruselas, cruel. Solo les faltaba la coherencia intelectual del futbolista Xavi Hernández, simpatizante republicano, tan ácido con la democracia española  como amable defensor de dictaduras: “En Qatar no hay democracia, pero la gente es feliz.

@mehuelea

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