El concierto que había programado el independentismo en favor de sus “políticos presos” ha sido otro fracaso más de su cada vez más escaso poder de convocatoria. Habían sido citados en el Estado Olímpico de Montjuic, con capacidad para 50.000 personas, y solo han acudido los más casposos “adocenados”.
Parece cada vez más evidente que el independentismo hace aguas por todos los lados y que cada vez convencen a menos gente. Algunos “convencidos” califican este acto como de un gran éxito, pero debe ser que no tienen demasiado claro aquello de que no se puede pasar del todo a la nada en un minuto. Los batacazos como los que se están llevando tienen sus fases, esta es una más.
Con un ex-presidente fugado y cobarde, además de máximo responsable del desastre, solo les queda la opción del pataleo y de las continuas y ridículas “performances” que llevan a cabo. Que sigan así, el asunto ha pasado de preocupante a divertido y unas risas nunca le vienen mal a nadie. Como las que nos estamos echando todos a su costa.
Están haciendo cada día el ridículo un poquito más que el anterior, pero vamos que ellos no tienen problema, como la palabra “vergüenza” no la conocen, seguirán haciendo el ridículo día a día, empeorando el acto anterior.