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Que Manuela Carmena y el podemismo en general detesta la Navidad es algo que cada día es más evidente. Pero una cosa es detestarla y otra cosa es intentar que no la disfrute nadie, parece que lo que a ellos no les guste no le puede gustar a nadie. Lo que ha sido, es y será el comunismo dictatorial e intervencionista de toda la vida; nada nuevo bajo el sol, lo de siempre.

La penúltima “Carmenada”, que con ella nunca hay última, es obligar a los peatones del centro comercial de Madrid, calle Preciados sobre todo, a circular en una dirección única, no pudiendo circular en sentido contrario sin rodear una manzana. Los comerciantes de la zona, que pagan sus impuestos, tienen que estar “encantados”. Procuro ser prudente con mis textos, pero esta “Carmenada” es una gilipollez redomada, vamos que hay gente como Carmena que no puede hacer otra cosa que eso, el gilipollas.

Porque hacer algo así se sale de los límites de lo normal o de la intervención del estado en nuestras vidas, es una falta de respeto hacia las personas que tienen que acabar circulando como si fueran un auténtico rebaño. Pero es que creo que es lo que estos podemitas piensan de todos nosotros, que somos un rebaño, su rebaño.

Pero olvidan algo con esta apreciación, en España vivimos más de cuarenta y siete millones de personas y a Podemos solo les votaron cinco millones. Eso quiere decir que somos más de cuarenta y dos millones los que no balamos, ni balaremos.

Agradecemos el vídeo al tuitero