Redacción -Estos aspirantes a señores feudales no se paran ante nada. Sin darse cuenta de que el feudalismo acabó con el inicio de la Edad Moderna viven tanto en los mitos, en las irrealidades y las fantasías que uno de ellos ya ha entrado a formar parte como personaje de un libro de cuentos navideños para niños: ¡Cómo el Grinch robó la Navidad! Un punto para Tardà, eso sí que es rizar el rizo. Sí señor…Tardà ha traspasado la realidad de tal forma que le ha robado el protagonismo al Grinch pidiendo en un Twit: “Hasta que no los tengamos en casa, gobiernos municipales, por favor, no instaléis ninguna luz de Navidad”.

El separatismo, después de provocar la huida despavorida de profesionales altamente cualificados hasta el punto de que el precio de la vivienda ha bajado porque la gente se va y nadie quiere comprar en Cataluña, después de provocar la huida del buque estandarte: la Caixa, ese día los separatas perdieron el procés, y demás bancos junto a empresas importantísimas, de intentar dos huelgas generales, que es lo que de verdad arregla una economía, ahora, quieren cargarse la Navidad quitando las luces de las calles: la época que daría un respiro al pequeño comerciante; porque está más claro que el agua que los grandes espacios comerciales no van a obedecer la insensata sugerencia del Grinch

Algo extremadamente siniestro subyace en este tipo de mensajes. Implicitamente obvian la separación de poderes, y aquellos que se hacen llamar demócratas enseñan su verdadera cara: ellos actúan como legisladores, ejecutores y jueces; es decir, concentran el poder llegislativo, ejecutivo y judicial en uno solo. La forma rocambolesca que han llevado a cabo durante todo este luctuoso golpe de Estado así lo muestra. Por sus acciones, no por lo que dicen,los hemos conocido. De momento,  hemos evitado el primer embate del totalitarismo.