@jsobrevive.- Desconozco la historia vital de Punset, excepto por lo que he leído hoy en su artículo de La Vanguardia, pero sí conozco mi historia con este señor, sobre todo a raíz de su programa “Redes”, que me gustaba mucho y me parecía muy interesante.

Sabía de las ideas políticas de Punset, sabía de sus simpatías por el separatismo, las cuales puedo respetar en cualquier persona, aunque no esté de acuerdo con ellas. Lo que no sabía, lo que me ha sorprendido es que Punset cumpla con uno de los pecados capitales de cualquier separatista, su condescendencia hacia el resto de España y sus aires de superioridad, como si todos estos años ellos nos hubieran estado haciendo un favor al resto de los españoles.

Eso no se lo admito ni a Punset, ni a nadie, por mucha admiración profesional que les tuviera. Nombrar a personas que están en la cárcel, no por sus ideas políticas, como si fueran unos santos, no es admisible, venga de quien venga tal afirmación. Mucho más si uno de ellos, como Jordi Sánchez, estuvo más que implicado en uno de los atentados más sangrientos que ha cometido ETA a lo largo de su historia, el del Hipercor de Barcelona.

Señor Punset, quizás sea por edad, quizás sea por sus conocimientos, pero no consigo entender esa actitud victimista y de supremacía moral y personal que tienen todos ustedes con respecto a nosotros, mucho menos lo entiendo en gente como usted. He leído su artículo, señor Punset, no me da ninguna pena y no me siento inferior a usted en nada y no creo que lo seamos ni yo, ni la mayoría de los españoles. Es más, pienso que con ese artículo usted demuestra ser bastante inferior a muchos de nosotros, no sabremos de física, no sabremos de química, no sabremos de muchas cosas de las que usted puede ser un gran experto. Pero sabemos de algo, de respeto, del respeto exigible a cualquier persona por muy inteligente y “licenciada” que sea.

Hay algo cierto, señor Punset, su artículo está mucho mejor escrito que el mío, yo solo soy un aficionado, no soy ningún profesional. Y eso me hace estar seguro que habrá provocado algún tipo de lágrima fácil entre los más alienados seguidores separatistas, quizás en alguno de esos que llegaron a poner a sus bebés sentados en una carretera como escudos humanos. Pero, ¿sabe algo? Me da igual, usted no es superior a nadie, ha quedado como un falsario. Alguien que tras haber vivido una larga vida reconoce cuando el final de la misma se acerca, frases como: “Por estas dos razones, cuando Adolfo Suárez me propuso formar parte de su gobierno no lo dudé. Yo era el primer comunista que ocupaba un ministerio después de la muerte de Franco. Acepté porque confiaba”. Qué falta de principios, ¿no? Qué persona tan decepcionante es usted, ¿renunció acaso a su “comunismo” por hacernos un favor a todos los mortales? Y cuando militó en ese partido “comunista” llamado CDS, ¿A quién le estaba usted haciendo un favor más que a usted mismo?

Qué decepción, señor Punset, qué gran decepción. Fíjese, yo tampoco me callo, pero no lo hago ahora cuando casi me quedan los mismos años de vida que he vivido para alcanzar la edad que usted tiene. Yo tampoco me callo, aunque usted solo haya hablado tan claro cuando ya tiene toda la vida vivida y no tiene nada que perder, ni que ganar. Menuda valentía, señor Punset, menuda decepción.