@jsobrevive.- Parece que en este país hay un cierto grupo de personas y políticos que pueden decir lo que quieran en función de su ideología, pensamiento o algo que esté bien visto. Y lo parece porque después de soltar su barbaridad, esta barbaridad pasa como desapercibida, como si nadie le importase lo que hubiera dicho, o lo que hubiera dicho fuese lo más normal del mundo, sin serlo.


En cuanto a barbaridad me refiero a lo dicho por Marta Rovira de ERC, sí aquella en la que aseguraba que de haberse producido la declaración de independencia de Cataluña, el estado les habría amenazado con poner muertos en las calles, en forma de represión policial, imagino. Pero lo más grave es que después de decir esto, no pasa nada. Es decir, nadie le pide explicaciones y, lo que es peor, nadie le pide que presente pruebas. Es más, el Delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Milló, lo único que es capaz de decir es que se está estudiando el presentar una querella. Me parece que no hay que estudiar demasiado para una querella tan clara como esta, otra cosa es que el Delegado del Gobierno, que parece el enemigo, tenga el valor de hacerlo.
Pero por lo demás, las declaraciones han pasado como desapercibidas, como que la gente no las da importancia, o por costumbre, o por vagancia, o por las dos cosas. Es bueno preguntarse que habría pasado si en lugar de haber dicho lo que dijo, hubiera dicho que es franquista, se hubiera presentado con una bandera con el águila de San Juan, o hubiera grtitado: “Arriba España”. Se le habrían echado todos encima, para empezar esos podemitas tan transigentes con unas cosas y beligerantes con otras.
Pocos son los políticos golpistas catalanes encarcelados, para empezar falta uno de los cabecillas, huido a Bélgica y que todavía se las va dando de presidente por ahí. Pero el asunto de Rovira para mi está más que claro, al día siguiente de haber dicho lo que ha dicho debería haber sido juzgada y encarcelada, porque, ¿a qué espera el gobierno para reaccionar con medidas efectivas, en lugar de con palabras más o menos grandilocuentes? Lo que hace falta con esta gente es mano dura, en cuanto la ha habido solo les ha faltado cantar el himno nacional con letra de Pemán, porque en el fondo son todos unos cobardes.