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Empezando por el título, y el diario que lo publica, ya empezamos a sospechar por dónde irán los tiros con este artículo. “Y ahora, ¿quién retira las banderas?” es su título y quien lo escribe llama más la atención por sus apellidos, demostrando que los enchufes funcionan en todas partes y en algunos, como en ese diario, más que en otros: Belén Cebrián Echarri, que es hermana de Juan Luis Cebrián, es la firmante del mismo.

Nos cuenta, “la hermanísima”, algunas lindezas tales como: “La cuestión ahora es cuándo se van a retirar para dar a la enseña nacional el lugar que le corresponde. Merece que salga a la calle en momentos señalados, y no de forma que parece permanente. ¿Cuándo será el momento de retirarla y quién y con qué motivo lo hará si la causa por la que la colgó no tiene fecha fija de solución? ¿Cómo explicar al vecino que nunca la puso por qué se quita?” Y continúa: “La bandera es de todos, no solo de quienes la muestran en las ventanas pero también, con altanería, en relojes, pulseras o fundas de móvil. Muchos de quienes se la han apropiado como símbolo partidista y sectario deberían recordar que sus colores acogen no solo a la rancia derecha en la que militan, y que el patriotismo es un concepto más profundo que pasear al perro atado a la correa rojigualda. Es, por ejemplo, pagar los impuestos, cumplir la ley y velar por el bien común. Y eso se hace, no se exhibe“.



Suficiente, parece que a la “hermanísima” le cuesta mucho respetar la libertad individual de las personas y le cuesta mucho más respetar a quien decida colocar la bandera libremente en su casa sin usar calificativos tales como “rancia derecha en la que militan“. Quizás piense que nos olvidamos de los orígenes profesionales de su “hermanísimo”, orígenes que se sitúan bien cercanos al gobierno de Franco y con los que a ellos, a su familia, les ha ido muy bien. Cierto es que les va mejor ahora, cobrando su hermano lo que cobra y colocando a su hermana en un medio, del que otros han sido despedidos salvajemente.

Pero querida Belén, nosotros, todos los que hemos decidido colocar la bandera en nuestros balcones, lo hacemos porque nos da la gana y permanecerá ahí el tiempo que queramos. Puede que a ti no te guste todo lo que te gustaba antes, imagino que ya sabrás lo que tienes que hacer. Y para mandar ya lo tienes fácil, ahí tienes a tu hermano que hace y deshace en su casa lo que quiere, colocando y descolocando a quien quiere sin que nadie le pida cuentas. Ni siquiera tú, que tienes la desvergüenza de pedir cuentas a lo que otros hacen libremente en sus casas. Limpia un poco la tuya y deja de meterte en la de los demás, que aleccionadores de lo progre es de lo que vamos ya bastante sobrados en este país. No pretenderás venir tú a mi casa a quitar la mía, ¿no?

 

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2 Comentarios

  1. Ay Dios…como se os va la fresa!!. Y que mas dan las banderas sean de donde sean. Solo sirven para dividir y enfrentar. Ni sentido tiene el articulo del pais y menos sentido tiene este por gacer referencia a el. Importa la sanidad, la educacion, la vivienda, la alimentacion de todos los seres humanos…lo demas es basura!!

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