Decenas de miles de patriotas polacos han tomado durante este fin de semana las calles de la ciudad de Varsovia en la marcha anual que conmemora el día de la Independencia de Polonia, que en esta ocasión se organiza bajo el lema “Queremos a Dios”, un mensaje que reivindica la importancia del catolicismo en la identidad de Europa.
El lema “Queremos a Dios” pretende, según los organizadores de la marcha, recordar que Polonia es el “bastión de la fe y la religiosidad” en Europa, así como reivindicar “el catolicismo frente al ateísmo impuesto desde Europa”, dijo ayer el portavoz de la organización, Robert Bakiewicz.
Para Bakiewicz es importante no olvidar que “la Iglesia y su lucha ha sido durante siglos la piedra angular y el fundamento de Europa”, y fundamental para evitar la islamización del continente.
Medios locales hablan de cerca de 100.000 personas, que recorren la capital polaca con banderas nacionales, bengalas y carteles en los que critican a la Unión Europea (UE), el avance del islamismo o la política de acogida de refugiados impulsada por Bruselas, a la que hasta ahora el Gobierno polaco no se ha adherido, por considerarla un engaño y una invasión.
 

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