José Medina Pedregosa.- Cuando ayer día 7 me encaminaba para la concentración en mi Córdoba querida para estar in-situ a favor de nuestra Constitución, me alarmé mucho cuando observé las puertas del Ayuntamiento; aquella marea blanca que estaba ante mis ojos. Me deslumbraron, no por su limpieza, sino porque me creía que estaba aún en la cama soñando. Creo que he leído por algún medio que esto de ir de blanco ha sido engendrado por las redes sociales, no sé qué signo pero cuando he visto en los medios audiovisuales que no había banderas rojas y gualdas me creía que estaba aún soñando, por eso que dije antes por lo que la blancura me estaba sellando los ojos que no daban crédito a lo que estaba viendo.
Creo que el diálogo es el principal medio que tenemos las personas para entendernos y arreglar las cosas—tanto las de casa, como las de fuera—pero después de haber visto que nuestro Gobierno e incluso mandatarios europeos han rellenado páginas y razonamientos grandiosos, he visto que esto de “dialogar” para razonar… ¿razonar qué? Razonar después de haber pronunciado un referéndum, la separación con el Estado de España, las maniobras canallescas y el salvajismo que ha padecido la nación a través de nuestras fuerzas de seguridad, las vejaciones por no cumplir las leyes a nuestros jueces, los insultos en las puertas de los cuarteles, tanto del ejército, de la guardia civil y también, todo tipo de escraches a toda persona que se le antojara a aquellos que no pensasen como estos indisciplinados envanecidos personajes separatistas catalanes.
Podría ser que detrás de todo esto del dialogo tan manido en las concentraciones de ayer en toda España venga de un reflujo de aquellas playas, secas y llenas de lodo, las cuales ahora han visto un refugio en el pleamar de las aguas sucias que día a día han llenado España de tanta discordia. El mariscal Bisrmarch en una de sus frases más floridas dice: “Lo increíble de España, es que con una clase política tan inepta, todavía exista el país” Esto lo dijo en el siglo XIX, yo creo que esta frase estaría aún en vigor y pronunciada por este personaje.
Monti en este periódico ha escrito lo siguiente: “… Ahora tienen la jeta de escudarse en la manada; esta vez vestidos de blanco como ángeles celestiales, quienes piensan pedir diálogo ante todos los ayuntamientos. No me digan que no hubo diálogo, lo hemos visto en los periódicos y todo tipo medios audiovisuales, ahora por la habilidad, de no sé quién, se han llenado las plazas de España en semilleros de ropas blancas, como si se estuviese haciendo publicidad de un limpiador de ropa sucia’’. Y después del diálogo, ¿Qué? Seguiríamos lo mismo. Sería como el cuento de la haba. No sé si sería lo mismo, pero viendo tanto silencio por aquellos que se deben pronunciar y dejar entre bambalinas todas las leyes, de ver la ceguera de nuestros gobernantes, estaremos abocados, nuevamente a decir: y después de este último diálogo ¿qué?
Exacto. Totalmente de acuerdo: el único diálogo que procede para un golpista es con los jueces