155
“La llegada de un letal burofax desde el palacio de la Moncloa ha desencadenado un nerviosismo tal, que ha provocado un auténtico caos en el Palacio de la Generalidad”.
TV3, la televisión golpista al servicio del Movimiento Nacional Separatista catalán (MNS), está retransmitiendo las consecuencias del brutal ataque a Cataluña por parte del gobierno español. Cuando se esperaba la entrada de tanques por la Diagonal, ha llegado de un letal burofax desde el palacio de la Moncloa que ha desencadenado nerviosismo y un auténtico caos en el Palacio de la Generalidad. El presidente, indignado ante la brutal respuesta que ha dado Madrit a la generosa oferta de diálogo que ofreció solemnemente en sede parlamentaria, ha reaccionado lanzando, desde su cuenta oficial, un sagaz tuit en el que se da por enterado. Bestial.

La reacción del Govern de la Generalidad no se ha hecho esperar y ha convocado a las organizaciones que conforman el MNS ( ANC, AMI y Ómnium, principalmente) para decidir la estrategia a seguir ante el desafío del estado opresor. Pese a la tensión existente entre radicales y ultra radicales, el Movimiento ha decidido incrementar la siembra de semillas de odio en los colegios catalanes (incorporando al currículo el cuento de moda, ese que explica a los niños que hay que matar al rey y a los policías malos), perseverar en el hundimiento de la economía para que la UE se vea obligada a reconocer la independencia de Cataluña, y reclutar voluntarios para formar un ejército revolucionario que defienda la República catalana de residentes (catalanes no secesionistas) y de las fuerzas de ocupación españolas.
Mientras el estólido Puigdemont y el astuto Mas intentan descifrar el significado del misterioso 155 que aparece en el burofax (¿qué coño es eso de 155? pregunta Jordi Pujol), en la capital del reino, PP y PSOE andan ocupados en presentar a Ciudadanos como un partido radical. Cuestión de prioridades.
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