El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha utilizado términos muy gruesos para calificar el paso que ha dado este sábado por el Gobierno de la nación al anunciar medidas para la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que supone la intervención de las competencias autonómicas y el cese de todo el Govern, con el propio Puigdemont a la cabeza. Pero, en ningún momento, ha mencionado el término “independencia” ni se ha referido a una eventual declaración unilateral que, según fuentes de Junts pel Sí y la CUP, sí estarían ya preparando ambos grupos parlamentarios.

De hecho, está previsto que la Junta de Portavoces convoque un pleno el próximo lunes, lo que ha inducido a pensar que podría estar preparándose la DUI. Pero lo que ha hecho el presidente de la Generalitat ha sido anunciar que pedirá al Parlament que celebre un pleno para debatir sobre el “intento de liquidar” el autogobierno catalán, en “el peor ataque a las instituciones” democráticas de Cataluña desde los tiempos de Franco, y para “actuar en consecuencia”. No ha hecho mayores precisiones sobre lo que eso significa a diferencia de lo que decía en su última carta a Rajoy, en la que sí se refirió expresamente a la posibilidad de que el Parlament votara la independencia.

Puigdemont ha comparecido de nuevo con la puerta abierta -algo que se interpreta como una muestra de voluntad de diálogo-, como ya hiciera tras el referéndum del 1 de octubre en la declaración en la que solicitó mediación para resolver el conflicto. En esta ocasión, ha vuelto a insistir en el diálogo para contraponer la imagen del Ejecutivo central, que según él le ha dado un sonoro portazo a esa vía, a la suya propia, que ha venido ofreciéndolo cada vez que ha comparecido públicamente en las últimas semanas.

El presidente de la Generalitat ha dicho ser “consciente” de la “amenaza que pesa sobre todo el pueblo de Cataluña si el Estado perpetra su propósito liquidador”. “Nos hemos de conjurar para volver a defender nuestras instituciones como hemos hecho siempre, de manera pacífica y civilizada, pero cargados de dignidad y de razones”, ha señalado.

Según Puigdemont, “la humillación que pretende el Gobierno español haciéndose tutor de toda la vida pública catalana, desde el Govern hasta los medios de comunicación públicos, es incompatible con una actitud democrática y se sitúa fuera del estado de derecho”, porque implica “una forma de gobierno no escogida por los ciudadanos y sin una mayoría parlamentaria que lo avale”.

Ha tildado a Rajoy de “caudillo” cuando ha recordado que lideró una “infame recogida de firmas contra Cataluña” en pleno debate sobre el Estatut de 2006, que acabó siendo recortado con una “vergonzosa sentencia del Tribunal Constitucional”. “Sin pasar por las urnas, con un apoyo escaso y en contra de la voluntad de la mayoría, el Gobierno de Mariano Rajoy quiere nombrar un directorio para que teledirija desde Madrid la vida de Cataluña”, ha denunciado Puigdemont, que ha lamentado que todas sus propuestas de “diálogo” dirigidas al Estado han tenido “el silencio o la represión” como respuesta.

Hoy, ha agregado, el Gobierno central, con el “apoyo” de socialistas y Ciudadanos, ha dado un “portazo al clamor” por el diálogo y ha “emprendido el peor ataque a las instituciones y al pueblo de Cataluña desde los decretos del dictador militar Francisco Franco aboliendo la Generalitat”. Para Puigdemont, el Gobierno de Rajoy, “menospreciando la voluntad popular” expresada en las elecciones catalanas de 2015, se ha “autoproclamado de manera ilegítima el representante de la voluntad de los catalanes”.

Ha recordado que “la Generalitat no es una institución que nazca con la Constitución española actual”, aunque “no es la primera vez que, también con el concurso del Rey, las instituciones catalanas reciben un golpe por parte del Estado español con tal de rebajarlas, reorientarlas o directamente suprimirlas”. Pero cada vez, ha dicho, el pueblo catalán “se ha sobrepuesto más fuerte y más determinado” para alcanzar “más cotas de autogobierno”.

Puigdemont ha utilizado también el castellano para dirigir un “mensaje a los demócratas españoles”, a quienes ha advertido de que “lo que se está haciendo con Cataluña es directamente un ataque a la democracia que abre la puerta a otros abusos de la misma índole en cualquier parte, no sólo en Cataluña”. “Criminalizar al disidente, negar la realidad y alzar muros de legalidades ante las ventanas de la voluntad ciudadana. Si triunfa todo eso, el daño a la democracia y por lo tanto a los ciudadanos será muy severo y comportará un retroceso monumental. No debemos permitir que eso ocurra”, ha subrayado.

Por último, ha querido dirigirse en inglés al conjunto de ciudadanos europeos para alertar de que “si los valores fundacionales europeos están en riesgo en Cataluña, también lo estarán en Europa” y afirmar que “decidir democráticamente el futuro de una nación no es un crimen”.

https://www.republica.com/2017/10/21/puigdemont-convocara-un-pleno-del-parlament-para-responder-al-155-pero-no-menciona-la-dui/