@jsobrevive.- La demostración de cobardía que han hecho todos los líderes políticos a lo largo del proceso del referéndum ilegal no deja títere con cabeza. No se salva ni uno, ni del PP, ni del PSOE, ni Podemos, ni independentistas, ni CUPeros, todos absolutamente todos se han escondido como avestruces.

En primer lugar hablando del Partido Popular, PSOE o Ciudadanos, he de decir que la decepción con todos ha sido absoluta, con unos más que con otros, pero igual de decepcionante. El PP como responsable del gobierno ha mostrado una dejadez, una cobardía y una permisividad tal, que por eso estamos hoy como estamos, de desastre. Ciudadanos es más de lo mismo, mucho ruido, pero pocas nueces, mucho bla, bla, pero instalados en la equidistancia del no molestar demasiado por aquello de no perder votos. De los socialistas, ¿qué decir? Han sido unos traidores históricos, pero en esta ocasión se les llena la boca de diálogo con independentistas y golpistas, cuando fueron incapaces de hacerlo para formar gobierno en una España desgobernada durante un año, lo habitual en este partido traidor.

¿Dónde estaban esos tres partidos cuando todos los españoles salíamos a las calles con nuestras banderas pidiendo la unidad de España? Escondidos en sus despachos o en sus casas, no sea que en próximas citas electorales se necesiten unos a otros.

De Podemos, ¿qué se puede decir de estos comunistas que no se sepa? Solo viven de intereses electorales, de su afán de poder a costa de lo que sea, de su falta de principios y sus ganas de financiación exterior que les provoca cambiar de opinión y defender barbaridades, por muy absurdas que sean. Lo habitual de este partido despreciable del que no consigo entender cómo es capaz de conseguir un solo voto.

En cuanto a los partidos independentistas, más de lo mismo. Auténticos dictadores, chusma absoluta y manipuladora de personas e incluso de niños, que se están escondiendo desde el primer día detrás de escudos humanos. Hay que ser muy cobarde para esconderse detrás del ciudadano, pero también hay que ser muy tonto para hacer de escudo de gentuza política que ha esquilmado la economía de una región como Cataluña y que la están llevando al desastre. El culmen de todo ello ha llegado en el día de la votación en la que, los líderes de esos partidos, han utilizado a la masa aborregada como escudo y para jugar al despiste, mientras se han ido a votar a kilómetros de donde pensaban hacerlo.

No es cuestión de golpes de estado o de ilegalidades, es cuestión de un sistema político vergonzoso, con unos responsables políticos más que vergonzosos, a los que estamos permitiendo que nos saqueen, nos tomen el pelo y nos peguemos por ellos, mientras ellos se toman cafés a escondidas y entre las risas que les provoca lo bien que viven a nuestra costa.