Bien, pues hemos acertado el pleno al quince. Donde afirmábamos en nuestro artículo anterior sobre un posible “coitus interruptus” en la declaración de independencia, el final ha sido todavía más vergonzoso y desleal a los suyos. Qué esperaban los indepes… Estamos seguros de que cuando Puigdemont afirmaba todo eso de la transitoriedad, los separatistas pensaban en una cosa y Puigdemont se estaba refiriendo a otra. Mientras unos se las prometían hoy muy felices con una declaración de independencia y pensaban descorchar cava esperando el tránsito hacia esa arcadia feliz, parece ser que el caganer Sr. Puigdemont estaba pensando en otro tránsito: el tránsito intestinal. Lástima que esa pequeña sutileza no fue captada por sus acólitos. Hoy no solo hemos visto un coitus interruptus sino una verdadera marcha atrás. Ha sido una chapuza entre todas las chapuzas y el ridículo internacional que han hecho los separatistas será difícil de olvidar. Cuando vuelvan a salir con sus neuras nadie les hará caso en el extranjero, o si cabe todavía se los tomarán menos en serio de lo que lo hacían hasta ahora. En este momento, el caganer Puigdemont ha intentado pasar la pelota al gobierno “haciéndole el favor” de ofrecerle diálogo. Es decir, que los golpistas quieren sentarse de tú a tú con el gobierno de España- La agonía de la población catalana tiene cierto límite y después de cuarenta años de humillaciones, persecución de todo lo español, denuesto, tergiversación de la verdad histórica, adoctrinamiento y humillación de una mayoría silenciada en Cataluña, no creo que muchos se decidan a seguir viviendo en el fascismo del falso oasis catalán. No podemos continuar con el sainete de estos gánsteres. Si el gobierno cae en la trampa y permite la metástasis del cáncer catalán podemos dar por finiquitado a Rajoy y al PP. El caganer pide diálogo. No hay problema Sr. Puigdemont -dialogue Vd. con los jueces y de momento, aplíquese ya el 155 o el estado de excepción o lo que sea. Ya comentamos en nuestro artículo que intentarían un juego trilero de palabras para tomarnos el pelo a todos. Ahora, Sr. Rajoy no se le ocurra premiar la deslealtad y la traición a la patria con más privilegios para la casta separatista catalana, porque en ese caso Vd. sería peor que los golpistas. Saltarse la ley no puede tener premio Sr, Rajoy.