Monti.– La aplicación de la filosofía de Grouxo Marx, por parte de Junqueras, cuando: dijo “Estos son mis principios, pero si no les gusta tengo otros” muestra el contraste entre la genialidad de uno y la mediocridad y cinismo del otro. Ahora resulta que se presentarán a las próximas elecciones, lo cual resulta una contradicición evidente con todo lo que han venido predicando hasta ahora. Ya el mismo nombre de ERC resulta una broma de mal gusto porque ni es Esquerra (izquierda), ni mucho menos republicana. Aparte de que todo nacionalismo proviene no de la derecha, sino de la más extrema derecha, resulta que se llaman a sí mismos republicanos cuando aceptan vivir de la mamandurria que les ofrece un reino al que rinden vasallaje al aceptar dinero y prebendas del mismo.Desde el mismo nombre de las siglas de sus partidos, a todo lo que puedan decir los separatistas no existe ni ha habido jamás ni un solo átomo de verdad en el mundo del nacionalismo. Ni siquiera sus socios anticapitalistas pueden considerarse anticapitalistas, pues aceptan las mismas normas de juego del cobro del reino de España, además de no ser más que un apéndice controlado por la alta burguesía catalana de siempre: controlados por aquellos que fueron más franquistas que Franco y solo hablaban catalán con sus chachas y mozos de cuadra porque eso del catalán era para la gente de baja condición social. Para lo demás, y entre ellos hablaban español o francés. Pues bien, estos anticapitalistas se hallan totalmente dominados por la derecha más derechona y nada tienen que ver con aquellos anticapitalistas de verdad como lo fueron un Durruti o los Comunistas Libertarios del Alto Llobregat.
De bruces con la realidad
Aquellos verdaderos anticapitalistas sí que no se dejaron dominar por los burgueses catalanes. En realidad, los atorrizaron. Por eso, la alta burguesía catalana dio la bienvenida a un Franco que les resolvió el problema.
Y es que la concatenación de mentiras en las que basan sus discursos los separatistas no tiene parangón en la historia. Y los seguidores, con su pueblerismo y carlismo recalcitrante están dispuestos a tragarse los que sea; aunque lo diga un mindundi. Mientras, los “republicanos”, los anticapitalistas y personajes de todo pelaje anti lo que sea, sobre todo antitrabajar, junto al fugitivo Puigdemont, que los ha dejado a todos con el culo al aire y en ridículo aceptan del reino de España perlas como la siguiente:10530
LEY 6/2003, de 22 de abril, del Estatuto de los ex presidentes de la Generalidad.Artículo 1.Reconocimiento, atención y apoyo.
Los ex presidentes de la Generalidad disfrutan, a partir de su cese, del reconocimiento, atención y apoyo debidos, de acuerdo con las funciones y responsabilidades ejercidas.Artículo 2.Asignación mensual.
Las personas que han ejercido el cargo de presidente o presidenta de la Generalidad tienen derecho a percibir, por un período equivalente a la mitad del tiempo que han permanecido en el cargo y, como mínimo, por una legislatura, una asignación mensual equivalente al 80% de la retribución mensual que corresponde al ejercicio del cargo de presidente o presidenta de la Generalidad.
LEY 6/2003, de 22 de abril, del Estatuto de los ex presidentes de la Generalidad.Artículo 1.Reconocimiento, atención y apoyo.
Los ex presidentes de la Generalidad disfrutan, a partir de su cese, del reconocimiento, atención y apoyo debidos, de acuerdo con las funciones y responsabilidades ejercidas.Artículo 2.Asignación mensual.
Las personas que han ejercido el cargo de presidente o presidenta de la Generalidad tienen derecho a percibir, por un período equivalente a la mitad del tiempo que han permanecido en el cargo y, como mínimo, por una legislatura, una asignación mensual equivalente al 80% de la retribución mensual que corresponde al ejercicio del cargo de presidente o presidenta de la Generalidad.
Artículo 3.
Pensión vitalicia.
Los ex presidentes de la Generalidad, cuando llegan a la edad de sesenta y cinco años, tienen derecho a percibir una pensión vitalicia consistente en una asignación mensual igual al 60 % de la retribución mensual que corresponde al ejercicio del cargo de presidente o presidenta de la Generalidad. Esta pensión es incompatible con la asignación establecida por el artículo 2.
Traducido al román paladín 115.000 euros para Puigdemont.