J.R. Domínguez.- Aquí tratamos no de si es mensaje es mentira, sino de quién miente. Es evidente que el mensaje de aviso de peligro de acto de terrorismo en La Rambla de Barcelona del pasado 17 de agosto se dió por La CIA el 15 de mayo de 2017, y su traslado a los servicios de inteligencia de Estados Unidos (NCTC) de fecha 25 de mayo, es incuestionable. Quién lo comunicó a: la Policía Nacional, la Guardia Civil, el CNI, el Citco y a los Mossos de escuadra catalanistas. Luego el mensaje se dijo y ha sido verdadero.
El problema está por tanto no en el mensaje, sino en quién lo desmiente y/o le quitan el valor. Valga por delante que la responsabilidad del acto vandálico de los asesinatos son exclusivamente de los terroristas yihadistas y daehsjistas. Pero si los Cuerpos de Seguridad del Estado que en ningún momento quitaron valor a la alerta.
Y son los catalanistas sujetos a los políticos de pacotillas secesionistas, cómo el actual Puigdemont, Presidente de la Generalitat, y sus comparsas Romeva, Junqueras y ahora una tal Francesca Guardiola ¿quién es?, ah, hermana del Pep, jaja, a Copenhague. Son quiénes retan al Estado de Derecho Español, enfrentándose de forma deshonesta y amenazando que: “No pararán el referéndum”.
Junto a ellos el Consejero de Interior de Forn u Horno, en español de su apellido, que es como un fogón crematorio de todo aquello que su razón no le entra en su cerebro, hombre de enardercese e irritarse con quien no piensa o siente como él; y el Trapero o quincallero de trapos de desecho que dice una cosa y la contraria, saldista de la mentira siendo el “Mayor” de los Mossos d’Esquadra de los honrados catalanes. Y son estos subalternos que obedecen de forma buitrón y fruslerías respectivamente, a mensajes secesionistas y golpistas de que “han de ignorar el aviso de la CIA sobre un atentado en La Rambla de Barcelona”, porque a “la Generalitat le interesa utilizar la seguridad de los catalanes en favor de su proyecto independentista” (García Albiol).
En definitiva quienes mienten son los políticos golpistas secesionistas, de mínima talla, y sus consejeros y sus funcionarios. Y no miente el mensaje. Por sus palabras le conoceréis.