Gabriel Muñoz.- Perdonen que me sume a la controversia que circula por las redes, ondas, panfletos, televisiones, emisoras de radio, boca a boca, y el tam-tam de toda la vida. El mayor protagonista actual de esta reivindicación es el secretario general de PSOE, que -sin encomendarse ni a Dios ni al diablo- señala que España es una nación de naciones. Pues a mí, como habitante de esta antigua nación, y que he creído siempre que España es una única nación, y patria común de todos los españoles, me ha asaltado la duda y me he puesto a meditar -seria y largamente- sobre el particular.
Como conclusión creo que hay que tomar las cosas por el lado jocoso y seguir caminando; porque cuando va un tonto por un carril ……. ya se sabe. No obstante, ya que estamos en este lío, voy a ahondar en la teoría de la “plurinacionalidad” para aplicarla al mundo de las frutas, a ver que sale. Si tomamos, por ejemplo, una naranja y queremos extrapolar una palabreja similar a la de Pedro Sánchez, deberíamos crear la palabra “plurinaranjalidad”. Y, consecuentemente pensar, que una naranja tiene tantas naranjas como gajos hay en su interior. Si tiene 8, 10 o 12 gajos, tendrá 8, 10, o 12 naranjas y todo resuelto.
La dificultad se presenta -en cambio- al considerar cuáles son las naciones que tiene España. ¿Son sus diecisiete comunidades autónomas? ¿Sus cincuenta y dos provincias? ¿Sus ocho mil pueblos? ¿O sus cuarenta y siete millones de habitantes? Suponiendo que fuesen tantas naciones como provincias ¿No serían muchos cincuenta y dos presidentes con sus gobiernos y sus ruinosos presupuestos? Decididamente, ese camino, no me vale. ¿Entonces? ¡¡¡Prefiero que España siga siendo una, y solamente una!!! ¡¡¡Viva la unidad de España!!!