Mariano Rajoy

Gabriel Muñoz Cascos.- Aún a riesgo de que me dedique alguien algún apelativo “suigéneris”, hoy quiero felicitarme por haber acertado, con suficiente antelación, sobre la postura que adoptaría el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ante la deriva independentista.

Vaya por delante que no he tenido jamás ningún contacto con el PP ni con ningún otro partido político, pero siempre me he sentido más cercano a los de derecha o centro derecha, aunque a ninguno les debo nada. Y cuando veo algo que no me gusta, lo censuro debidamente. Precisamente hay cosas del PP con las que nunca estaré de acuerdo y así lo he manifestado siempre. No obstante, en el asunto de Cataluña, he estado apostando durante todo este mes porque el referéndum no se celebraría, confiando en que el gobierno tomaría las medidas necesarias para evitarlo.
Todavía faltan siete días para el 1 de octubre, pero el camino sin retorno emprendido por el gobierno de Rajoy, creo que -aún con las lógicas reservas- se puede asegurar la no celebración de dicho acto ilegal. No me valen excusas de mal pagador si en algún lugar de aquella región española algunos payasos colocan alguna urna y hagan, incluso, un recuento de votos; el referéndum ilegal, no se celebrará. Y me parece de justicia felicitar a los representantes de los otros dos partidos constitucionalistas, PSOE y CIUDADANOS, que han sumado sus fuerzas, con más o menos ganas, con el PP, dando así un paso de gigante para la solución de este enojoso asunto.
Queda aún mucho por hacer, en estos trascendentales días, pero tengo gran confianza en que se alcanzará una solución definitiva. Los críticos de Rajoy se habrán dado cuenta de que, no solo hace leer el Marca y fumar puros. Con todos sus defectos, nadie lo hubiera hecho mejor que él en estos momentos. Su papel sube.