
El asno es el animal de la burrez. Es decir sólo asna, no tiene otro discurso. Le dices algo y te contesta con una burrez.
En la política española, en tiempo, desde 2010 parece que hay un único discurso de burrez. Cuándo han sido pillados los políticos catalanistas secesionistas de derechas e izquierdas sin más discurso que la burrez, que hablan y ocultan el 3% de los Pujols y Convergencia y la ERC, y la ACN, y Avarant, y CUP, y ARRAN, Juntpersi, ¡cuántos acrónimos!. Y desde sus discursos reiterativos: “España nos roba”. Y ellos, ¿no roban a los catalanes con una deuda actual en 2017 del 125% del PIB?.
Discurso de la burrez, y no les saque de ahí, porque entonces rebuznan en coro, diciendo: “derecho a decidir”, “referéndum secesionista el 1 de octubre”, “nación de naciones”, “judicializar la política”, “prohibir las urnas sería un golpe de Estado”, “las urnas en el fondo del mar no están”, “no sé dónde están las urnas”, “golpe de Estado a la democracia”, “los antidemócratas, antisistemas, pedimos democracia para la independencia y contra la ley “,…
Con estas burreces, estamos cómo en “volverá la burra al trigo a destrozar” (J. González), todos con la mismas burreces, y es que no observo discurso racional. Y convocan al gobierno del Estado Español al diálogo político, pero de ¿que memeces habláis?. Y cómo no hacéis lo que decimos, que es nuestro diálogo político sobre el Estado de Derecho Español, es que lo que no queréis es diálogo político. ¿No será la viceversa?, políticos golpistas: “O esto o nada”. O rebuzno o nada. ¡¡Despertar, cerebros políticos!!.
Amo Cataluña. Desde la primera Diada de 1973. He estado hace poco en Cataluña, he vivido Barcelona interior. Y las dos imágenes urbanas que reflejo son las huellas de dos cataluñas: la apotéosica y la ruina interior, símbolos de las dos sociedades catalanas: la propia y la corrupta secesionistas.
La ruina de Cataluña se refleja en los patios interiores sin pintar, ladrillo de obra vista, terrazas en ruindad, grúas de obras. La burguesía secesionista. ¡¡De pena!!.
J.R. DOMÍNGUEZ.