Waleska Delgado.- Un amigo me hizo un comentario que llevo días pensando y ya lo había comentado en Twitter. Las mujeres hoy en día no hacen diferencia entre lo que es la masculinidad y el machismo como tampoco hacen diferencia entre la feminidad y feminismo. Sólo por el simple hecho de ser hombre ya lo catalogan de machista. Y parece que ahora las mujeres tenemos que tener pelos en todas partes, vestirnos como machorras y no ser delicadas sino es que eres débil y estás dominada por el ¡heteropatriarcado! No soportan que te abran la puerta, te cedan un asiento o te inviten a un café, ni que decir si vas caminando por la calle y te dicen ¡un piropo!
Estoy convencida que muchas de estas que se dicen feministas (ni repajolera idea, si levantaran la cabeza las feministas de verdad) y que luchan por la igualdad están amargadas. Yo no quiero ser igual que un hombre; yo quiero y me encanta ser mujer. Me gusta que seamos diferentes. Aprovecharte de tu condición de mujer para conseguir derechos ya te hace considerarte inferior. Las cosas se consiguen demostrando lo que eres ya seas un hombre o una mujer.
Estamos llegando a un punto enfermizo con el tema del micromachismo, el machismo, el heteropatriarcado, etc.
Lo peor es que hay mucha débil mental que se deja manipular o que todavía no ha llegado a un grado de madurez para razonar semejante “Dictadura”. Estas feministas que dicen luchar por la mujer son las primeras que te condenan, te insultan, te degradan incluso son violentas con las mujeres que no comulgamos con ellas utilizando esos medios de represión que tanto critican y que le achacan a esos hombres que ya los sentencian y que consideran violentos por el simple hecho de ser hombres. Todo esto es un negocio interesante para algunos no cabe duda, muchos viven de este cuento como el movimiento LGBTI.
Lo peor es que hay mucha débil mental que se deja manipular o que todavía no ha llegado a un grado de madurez para razonar semejante “Dictadura”. Estas feministas que dicen luchar por la mujer son las primeras que te condenan, te insultan, te degradan incluso son violentas con las mujeres que no comulgamos con ellas utilizando esos medios de represión que tanto critican y que le achacan a esos hombres que ya los sentencian y que consideran violentos por el simple hecho de ser hombres. Todo esto es un negocio interesante para algunos no cabe duda, muchos viven de este cuento como el movimiento LGBTI.
Conclusión, me encantan los hombres y me encanta ser mujer y me gusta que seamos diferentes. Qué cada uno viva su vida y dejen vivir y que se dejen de tanta manipulación y gilipolleces que parecen unas locas de bola.
