Foto: Sam DeLong
Como cada verano -pero no solo en verano-, las medusas vienen a las costas españolas. O mejor dicho, nosotros nos metemos en las aguas que ellas suelen ocupar pasivamente, llevadas por la corriente, y nos rozamos con ellas. Las consecuencias de este roce las conocemos todas y todos: sarpullidos, escozor hiriente y, a veces, reacciones alérgicas graves.
Aunque las medusas que merodean por el mediterráneo y nuestra costa Atlántica no son especialmente peligrosas, a no ser que nos piquen varias a la vez o que entremos en contacto en zonas sensibles, conviene ser precavidos. En el sureste asiático y Oceanía, por otro lado, las picaduras de las medusas sí son muchas veces mortales y requieren de un antídoto específico. Pero en España los remedios son más sencillos y prosáicos.
Remedios populares e ideas de bombero
Existe una extensa literatura respecto a los remedios contra la picadura de las medusas. La más ocurrencia más exótica es aquella que recomienda verter orina sobre la picadura. En primer lugar la orina no se ha demostrado un buen antídoto contra la sustancia irritante que desprenden las células urticantes de la medusa que se nos quedan pegadas a la piel y que nos clavan unos pequeños cristalitos impregnados de veneno.
Pero además, si la herida provocada pro la irritación de la picadura es seria, la adición de orina puede propiciar fácilmente infecciones y mayores irritaciones, dado el pH normalmente ácido de la orina. Así que el tema de la orina queda totalmente descartado. Tampoco se debe jamás, bajo ningún concepto, salir corriendo hacia las duchas y lavarse con agua dulce. Ni siquiera aplicarse agua dulce sobre la picadura.
La razón es que mientras las células urticantes de la medusa tienen en su interior agua salada, el agua dulce apenas tiene sales, lo que genera una diferencia de presión osmótica que hace que el agua dulce entre dentro de las células urticantes para diluir la concentración de sales de su plasma, y con ello las haga estallar. Al estallar, verterán todo el veneno que contienen sobre nuestra piel y el efecto será peor.
Tampoco parece muy cabal verter vinagre ni amoníaco sobre la zona irritada a no ser que la picadura sea bastante puntual. Se trata de líquidos agresivos que en una herida muy amplia solo pueden provocar mayores daños, por mucho que puedan neutralizar el veneno, que suele ser una sustancia de carácter básico. Finalmente, también queda descartado el lavarse la zona con arena de mar.
¿Qué es lo correcto ante la picadura de una medusa?
Lo mejor si notamos la picadura de una o varias medusas y aunque sentimos el dolor no experimentamos ningún otro trastorno negativo, es permanecer en el agua como mínimo veinte minutos con la zona afectada en remojo. Si es más tiempo, tanto mejor. De este modo mantenemos los restos de células que puedan quedar pegadas sin estallar y a la vez el veneno que se ha derramado en nuestra dermis irá diluyéndose en el agua y perdiendo efecto.
Podemos, siempre dentro del agua salada, frotarnos suavemente la zona paraquitarnos restos de células o de patas de la medusa en caso de tenerlas pegadas. Aunque estallen las células, el agua del mar lavará el veneno; eso sí, podemos sentir algo más de dolor, por lo que se recomienda extraer los tentáculos con un guante o un trapo. Si al cabo de un tiempo prudencial sentimos que el dolor ya disminuye, podemos salir y valorar. Si es soportable, valoraremos si la picadura ha provocado una herida o solo un enrojecimiento.
En caso de herida, sería recomendable lavar bien con agua de mar y después dejar secar de tres a cuatro horas antes de aplicarnos agua dulce. Después deberíamos aplicarnos una pomada con antihistamínicos, de venta en farmacias, pero solo sobre la herida bien limpia y seca. Si solo tenemos un enrojecimiento podemos esperar a que pase el escozor fuera del agua. Preventivamente, no mojaremos la zona con agua dulce hasta pasadas las tres a cuatro horas.
Si hubiera reacción de anafilaxia en el afectado o afectada, Jaime Barreiro, enfermero de emergencias en SEM y profesor asociado de la Universitat de Barcelona del Màster de Enfermo Crítico y Emergencias, asegura que “la actitud prudente es contactar con el socorrista si hubiese y/o, en su defecto, llamar al 112 y seguir las instrucciones; cuando llamemos al 112, ellos nos indicarán qué hacer tras realizar la evaluación médica telefónica”. Como norma, Barreiro apunta que “el paciente no ha de desplazarse, sino es un ambulancia medicalizada o un helicóptero el que ha de llegar al lugar y realizar el tratamiento de la patología”.
http://www.eldiario.es/consumoclaro/cuidarse/remdio-picadura-medusa_0_672283003.html