@jsobrevive.- El olvido al que se ve sometida cualquier víctima del terrorismo y sus familias cada vez es más inmediato. No ha pasado ni una semana desde el atentado de Barcelona y esto ya está sucediendo con las víctimas del mismo. Ya no importan los muertos, ni los heridos, ni sus familias. A la castuza política que nos saquea lo único que le importa es quedar libre de culpa para salvar su asiento y echar la culpa a otros. Es decir, cobran por ejercer y por asumir unas responsabilidades y en el momento que se les pide miran hacia otro lado con la excusa más peregrina.

Son chusma, son basura y escoria, son unos borregos en busca de dinero fácil y abundante todos los meses, son lo peor. Lo utilizan todo en su propio beneficio sin importarles qué y cómo. Lo hacen con los vivos, lo hacen con los muertos, lo hacen con los niños y con los ancianos, lo hacen hasta con las víctimas de una masacre como la de Barcelona sin importarles nada, ni sus circunstancias, ni sus edades, ni sus familias.

Desconozco si la comunidad musulmana en la ciudad de Ripoll es grande o pequeña, pero de lo que estoy seguro es que su voto será importante en unas elecciones para que un alcalde, como el de Ripoll, se planteé decir tonterías como las que dice. Ahora a este “ciencia” le preocupa el “shock psiológico” que pueda haber supuesto el atentado de Barcelona para las familias de los asesinos y va a poner a su disposición mecanismos políticos y técnicos para que superen su trauma.

Decir que esto es aberrante es decir poco, pero no encuentro palabras para describir mis sensaciones ante este impresentable. Las familias de los terroristas, que con su pan se lo coman, me importan entre cero y nada, su futuro me trae absolutamente sin cuidado. Lo único que importa en estos casos, querido, son las víctimas y sus familias, pero claro, ahí hay un problema, seguramente no voten en Ripoll, ¿verdad campeón?