La mayoría de los polacos estaría dispuesta a renunciar a las generosas ayudas financieras que el país recibe de los fondos de la Unión Europea o incluso abandonar el bloque por completo para asegurar que la nación centroeuropea puede mantener sus fronteras cerradas ante la inmigración musulmana.
Una encuesta a 1.000 personas ha revelado que más de la mitad de los polacos, un 57 por ciento, estaría dispuesto a prescindir de los fondos de desarrollo de la UE por mantener su postura de rechazo a los refugiados procedentes de países musulmanes. Asimismo, el 51 por ciento de los encuestados estaría de acuerdo con abandonar el bloque de 28 estados, si eso fuese necesario para proteger la homogeneidad étnica y cultural de Polonia. La encuesta fue realizada por la empresa IBRiS y publicada hoy en el semanario Polityka.
El resultado subraya el impacto de las medidas adoptadas por el gobernante partido conservador (PiS), que ha rechazado un plan acordado en 2015 por los miembros de la UE para acoger inmigrantes del Oriente Medio y África. Dirigido por Jarosław Kaczyński, el PiS insiste en ser la única fuerza política capaz de mantener a los 38 millones de habitantes del país a salvo de los terroristas.
La postura anti-inmigratoria del gobierno polaco ha exacerbado las tensiones con la UE, y el mes pasado el bloque inició un procedimiento de infracción contra Polonia, Hungría y la República Checa por rechazar las cuotas de refugiados.
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