J.R. Domínguez.- La incontinencia. Nuestros modos de actuar puede ser muy variada, desde la continencia a la incontinencia. El continente es el que es justo con todos y con todo, escucha, reflexiona, y respeta. El incontinente, es la actuación totalmente contraria al justo, no escucha, no reflexiona y no respeta. Entre esos dos modos de actuar hay diversidad y todo tipo de combinación, sobre los tres elementos de escucha, reflexión y respeto.
La nueva izquierda radical española está en el extremo de la incontinencia, y hay millares de casos denunciables sobre millares de temas: religión, política, clases sociales, absurdos económicos, etc. Llevan desde antes del 15M, comportamientos de incontinencias y por tanto injustas a todas luces. Una de ellas son la católicofobias.
De asaltos a capillas y de romper narices “por monja”, de asaltos a sagrario, que caen, en este caso en sacrilegios, en la lucha de comisiones de sólo miembros de la izquierda radical dándole visos de legalidad a la expropiación de bienes de la Iglesia Católica por el sólo hecho de que es propiedad de la Iglesia Católica, recuerden a Mendizábal, pero a las otras religiones ni tocarlas, y me parece bien si hacen el bien.
Qué hacen los de la izquierda radical, ven a una monja, y sin escucharla, ni reflexionar ni respetar le dan un puñetazo y le rompen la nariz. O quienes lanzan una bomba a la capilla universitaria de cualquier universidad española, entran cobardemente en grupo y sin escuchar, ni reflexionar ni respetar, a quienes si lo hacen, van y tiran una bomba. Se imagina nustedes que los católicos ejemplos de escuchar, reflexionar y respetar hiciéramos lo mismo ante una mujer de izquierda radical que por sus pintas me acercara y le rompiera la nariz de un puñetazo, o ante una sede de partido de izquierda radical en grupo echáramos una bomba a una asamblea universitaria de izquierda radical.
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La incontinencia sería mayor porque somos más los católicos que los de izquierda radical. Y sería como una espiral de violencia llevada por la incontinencia. Tenemos que ir a la convivencia humana de escuchar, reflexionar y respetar.