Diego Pappalardo.- En el marco del desarrollo del Primer Congreso Internacional Educación para el Amor, realizado el pasado 9 de junio en la ciudad de Santiago del Estero, República Argentina, la dirigente del movimiento pro vida ecuatoriano y pedagoga social Amparo Medina, accedió a una entrevista con Consultora Universum.
La entrevista a continuación:
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¿Cómo ve la dinámica del movimiento pro vida en general en Hispanoamérica?
El movimiento pro vida en Argentina y en muchos países de América Latina nos hemos despertado un poco tarde. Es decir, ya nos vinieron las leyes, se empezaron a generar cambios fuertes en lo social, en lo legal. Y ahí comenzamos a despertarnos y organizarnos.
Pero, por otro lado, también creo que ha sido bueno porque estábamos muy dormidos en temas que no hablábamos. El tema de la Vida no se hablaba, el tema de la familia no se hablaba, el tema de la educación sexual no se hablaba.
Es muy importante que empecemos a darnos cuenta que son temas de los que hay que hablar, de los que hay que discutir. Ha sido importante este despertar porque los veo bastante pensados, bastante movilizados. Siempre el hecho de ir juntando más gente también nos va a ayudar a tomar fuerza.
De acuerdo a los informes del Banco Mundial y de las Naciones Unidas y considerando las referencias que ellos hacen, vemos que desde el año 1994 hasta el año 2014 el envejecimiento en América Latina es más violento de lo que fue en Europa porque para que Europa les comprara dicha ideología tardaron 25 años.
Este proceso generará graves daños económicos y de estructuración social en América Latina.
¿Considera que el nuevo giro en favor de la vida en discursos de políticos de Europa y Estados Unidos es sincero?
Yo considero que la realidad los sobrepasa por la cantidad de mujeres y varones que quedan dañados con el aborto.No solamente es un tema social y psicológico sino también es un tema económico.
La mayoría de mujeres que han vivido un aborto quedan totalmente dañadas, inclusive imposibilitadas de trabajar y ello implica un gasto súper fuerte al estado.
Están también viendo que la realidad del aborto de la cual ellos se sumaron y de la cual ellos empezaron a trabajar ha sido una realidad que les está afectando a nivel social.
Por el otro lado, el negocio del aborto está saliendo ya a la vista. A ningún gobierno le conviene quedar como genocida para la Historia como lo ha quedado Hitler.
Porque si ustedes se dan cuenta, hay una forma descarada de venta de órganos. Los vídeos que circulan en donde se venden partes de bebés a cien dólares, a doscientos y hasta ochocientos dólares se mercantilizan los cuerpos de estos niños a través de distintas farmacéuticas generan en el mismo inconsciente colectivo y en la conciencia social el hecho de que no está bien y les cuestionan. Les llama a decir: Mire yo no quiero que a mí como gobierno me digan este fue genocida que vendía inclusive niños por nacer y aupó e impulsó este tipo de medidas.
Yo no sé si es sincero y que si realmente lo van a hacer. Pero yo veo cambios profundos en el caso de Trump. Les ha quitado millones de dólares a las empresas, especialmente a la PPFA, que vendía órganos y es la principal abortista de los Estados Unidos; ha generado una ley en donde se permite que las mamás antes de abortar vean a los bebés. Se ha abierto una posibilidad de cambio de leyes.
Son símbolos de que hay un proceso, hay un cambio. Pero, más que motivado por un tema político, es porque la realidad de lo que está dañando el aborto tanto a mujeres como varones está siendo contundente. La voz de las mujeres lastimadas por el aborto está siendo fuerte.
¿El movimiento pro vida del mundo debe unirse en lucha global pero manteniendo sus propias especificidades?
Sí, por supuesto.Aunque las leyes para todo el mundo son iguales porque vienen de una misma cabeza que son las organizaciones internacionales pero, sin embargo, cada país tiene una manera de distinta de actuar y de recibir. Es importante respetar nuestra identidad, trabajar en conjunto, unificar criterios, unificar criterios que existen en el nivel científico, pero también tomar en cuenta que la realidad de las mujeres en Argentina es una, la realidad de las mujeres en las ciudades es una, la del campo es otra.
Hay que comenzar a trabajar mejorando la calidad de vida tomando en cuenta la realidad de cada una. No es lo mismo trabajar en la prevención de un aborto de una mujer que tiene doctorado y que gana miles y miles de dólares que a una mujer que está viviendo una situación de abandono, de vigencia, de pobreza. Ahí es sumamente importante abocar a cada ser humano según sus necesidades y trabajar con ellos, dándole a cada uno amor y respeto.
¿Cuál es su visión del Programa de Desarrollo Sostenible 2030 de la ONU?
El desarrollo sostenible tiene como base fundamental que nosotros podamos heredar a nuestros hijos un mundo mejor, ocupando lo que necesitamos para no ocasionar un impacto grande.
En ese sentido, los objetivos del desarrollo sostenible en el marco actual en el que estamos es mucho más práctico a través de las familias estables. Este tipo de familias desarrollan mayor desarrollo sostenible. Se pueden ir aplicando en tanto y en cuanto este objetivo de cuidar el planeta esté dado y fundamentado en el respeto de la vida humana. No se puede decir que hay que respetar a los delfines y toros mientras se mata a un ser humano. No se puede decir que que hay que respetar al planeta mientras se altera la identidad de las familias. No se puede decir: Oiga, no toque el árbol pero castre hombres para que se sientan mujeres. No contamine los ríos pero intoxique a las mujeres con hormonas para que estas mujeres sean felices.
Hay que ser coherentes. Será posible mantener un desarrollo sostenible en el planeta siempre y cuando empecemos respetando lo más elemental y lo básico de la creación: el Hombre.
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¿Cuales son las medidas en particular de lucha pro vida que aconseja implementar masiva y profundamente?
Es el acompañamiento. Lo primero que debemos plantearnos es sí estamos o no acompañando a las personas a las cuales nosotros estamos criticando. Por ejemplo, no podemos decir a una mujer embarazada en situación de riesgo de aborto que no lo haga si no le ofrecemos ayuda.A una mujer que ha sido violada no podemos decirle:No abortes porque es hijo de un criminal. Sino en qué te ayudo, cómo te acompaño psicológicamente; cómo sano la violencia de la que has sido objeto, mandar a la cárcel al violador.
Dar acompañamiento a ese niño. Si la madre no quiere seguir con su bebé, ese niño tiene que ir a un hogar donde tenga cariño. Cuántas parejas no tienen hijos y podrían darle albergues a esos niños!
El acompañamiento es básico y clave. No se puede ser ni pro familia ni pro vida si, si el adherente enemigo de la cultura de la muerte no realiza programas de acompañamiento a las madres, por las personas que quieren abortar, por las personas que sienten atracción por el mismo sexo, por las familias que están en crisis.
Si no hay programa de acción concreta y efectiva pro vida, todo será un discurso muy bonito, muy cliché, con pretensión de lavar la conciencia creyendo que se está haciendo mucho.
Lo primero es decir y hacer. De lo contrario todo es una farsa, todo es pura politiquería.
Lo más importante para todos es comprometernos a hacer.
Hacer actividades de educación, de prevención, de acompañamiento, de sanación.
Diego Pappalardo, Director Consultora Universum
Móvil: 634 84 47 27