@jsobrevive.- En los últimos días, en un acto de graduación, he asistido, ya con estupor, a la evidencia de que el adoctrinamiento televisivo y político no conoce ni de edad, ni de sexo, ni de profesión. El discurso del director se extendió más de la cuenta por el empeño ridículo de este en aniquilar el género neutro del lenguaje. Imagínense ustedes cuántas veces se hace referencia en este tipo de discursos a los padres, a los alumnos o a los profesores. Cientos, ahora multipliquen todos esos cientos de veces por dos, no sólo es que el discurso se alargue hasta casi la eternidad, la ridiculez también.

Hay muchas formas de intentar politizar y adoctrinar, hoy en día esta es una de ellas. Que este intento se de entre el personal docente y con este tipo de ejemplos es más grave todavía, puesto que lo hacen con nuestros hijos y además lo hacen incumpliendo su cometido y su razón de ser, que no es otra que enseñar. No sólo no enseñan, hacen todo lo contrario, puesto que en este caso enseñan mal y dando un mal ejemplo. En nuestro idioma, el español, existe una forma de referirse al género masculino y femenino a la vez sin necesidad de utilizar los dos, por eso existe el género neutro. Que un docente no lo use y se exprese como un político de los llamados progresistas en el parlamento denota un cerebro bastante adoctrinado y un intento de manipulación del alumno que los padres no debemos permitir, puesto que, no sólo les están enseñando mal y dando un mal ejemplo, también está intentando enviar un mensaje subliminal a nuestros hijos.

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Da mucha pena al extremo al que se está llegando en este país trasladando la batalla política a todos los ámbitos de nuestras vidas. Pero da más pena todavía que sea el propio personal docente el que lo haga, renunciando de una forma descarada a su verdadero objetivo, enseñar y hacerlo de la forma correcta. Mientras tanto muchos padres, que no estamos dispuestos a pasar por eso sin proteger a nuestros hijos,  tenemos que ocuparnos de corregir a ese docente en casa para evitar que ese adoctrinamiento llegue a sus vidas. Necesitamos que el personal docente enseñe, no que nos de su opinión, eso que lo hagan en su casa y con sus hijos.