Waleska Delgado.- A estas alturas, presumir de ser ignorante es caer en un pozo de una prepotencia y de atrevimiento vacío y sin sentido. Que existan personas que presuman de no haber leído un libro en su vida o tan sólo un artículo de opinión en un periódico es alucinante. No hay nada como el atrevimiento de la ignorancia para tener el suficiente valor de poseer una verdad absoluta, su verdad absoluta.
Intentar tener una conversación con alguien que tan solo repite lo que está de moda en programas como Gran Hermano o del corazón es sumamente frustrante. Repetir como loros opiniones políticas sin preocuparse por analizarlos es lo que está de moda, es pertenecer a un rebaño que va directo al matadero.

Que alguien como Belén Esteban, que lleva tres ediciones de una biografía que tan sólo refleja una vida llena de frases como “Andreíta comete el pollo” o “hasta luego MARICARMEN” es un reflejo de lo que pasa en el país ¿y nos extrañamos?

Intentas tener un diálogo medianamente coherente con quienes te rodean, hablar de la vida, de política, de tus inquietudes, esperanzas y aspiraciones pero te encuentras muchas veces entre bocas que solo se abren, que están llenas de palabras transparentes. No voy a dármelas de interesante porque tengo mis defectos, ni tampoco de tener una cultura increíble,  pero tan solo pido un mínimo de coherencia en el comportamiento de los que me rodean.

Entiendo que muchos de nosotros sufrimos problemas, por no decir todos, pero llenemos nuestra vida de ilusión y de algo de conocimientos para tener el suficiente valor de tener independencia de sentimientos y no pertenecer a esta moda de ignorancia que nos impone está sociedad para querer ser estupendos. Seamos únicos y dejemos de pertenecer al rebaño de lo que está de moda por tener miedo a ser despreciados o ser diferentes. Prefiero entonces estar sola y disfrutar de mí, que estar rodeada de bocas que no dicen nada.