Protegernos de la derrota está en nuestras propias manos, pero la oportunidad de derrotar al enemigo es proporcionada por el propio enemigo.
Confróntalos con la aniquilación y sobrevivirán; sumérgelos en una situación mortal y vivirán. Cuando la gente está en peligro son capaces de luchar por la victoria.
Vemos a los venezolanos luchar a brazo partido contra el sistema que tanto gusta a Podemos y del que fueron asesores altos cargos del partido. Vemos a los soldados de Maduro disparando balas de verdad contra la sociedad civil en manifestaciones verdaderamente heroicas por parte del pueblo.
Asistiríamos a ese colapso moral ocasionado por las élites podemitas tomando acciones en contra de un pueblo hambriento, pero los líderes vivirían incluso mejor que ahora. Paradójicamente, esta situación inevitable hace de Pablo Iglesias y sus acólitos una posible solución para España.
Un ejército que combate con el mar a la espalda sin ninguna escapatoria lo hará bravamente, pues estará luchando no por su emperador sino por su supervivencia.
Pon a tu ejército de cara a la muerte sin posibilidad de escape
donde los soldados no puedan huir ni tener miedo y no habrá nada que no puedan conseguir.
Es por eso, que la salvación pueda descansar en Pablo Iglesias, el único capaz de destruir lo poco que queda de sociedad de bienestar y pulverizar al pueblo con tal grado de ignominia, que viéndose de espaldas al mar y a punto de morir no tuviese más remedio que sacar fuerza de flaqueza y valor de la cobardía para comportarse como el pueblo venezolano en lucha por su libertad. Solo Pablo Iglesias y su panda puede reducir a cenizas el derecho de propiedad para todos excepto para los suyos, claro.
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No obstante, todavía no estamos de espaldas al mar con el ejército enemigo enfrente, ya que existen igualmente restos de naufragios donde agarrarse y flotar. Solo Pablo Iglesias es capaz de realizar la catarsis que necesitamos: ponernos de espaldas al mar y sin posible escapatoria capitaneando a un ejército de enemigos dispuestos a abatirnos. Solo él puede hacer reaparecer la famosa “furia española”, vencedora gloriosa en los tercios de Flandes y tantas batallas.