@fralbaro.- Cuando alguien piensa en música clásica irremediablemente el cerebro suele llevarle a la mente la imagen de un genio llamado Beethoven y acaba tarareando lo que en realidad es tan solo una parte de su archiconocido cuarto movimiento, algo que en cierto modo se puede considerar normal teniendo en cuenta que fue esta obra la que la humanidad eligió, y envió al espacio en forma de ondas electromagnéticas como ‘tarjeta de presentación terrícola’ por si algún ‘animalito verde’ se prestaba a escucharnos.

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La novena Sinfonía de Beethoven, por resumir, a parte de una maravilla de la humanidad es literalmente es “Una revolución músical”. Tras pequeños ( o no tan pequeños) conatos de experimento en sus sinfonías ‘Heroica’ y Pastoral’ con la novena Beethoven hizo saltar por los aires todo lo que hasta entonces había venido siendo aceptado musicalmente como “correcto”, ya no solo por la introducción de la voz humana como un instrumento más, que también sino sobre todo por el brutal cambio en las estructuras musicales de la época.

La sinfonía en cuestión dura unos 75 minutos (una barbaridad para la época) y consta de cuatro movimientos: un primero con forma de sonata, un scherzo, un adagio y el cuarto que dada su complejidad y longitud se puede concebir como un sinfonía dentro de un único movimiento.

Quizás sabiendo el peso de la oda ( cuarto movimiento) Beethoven colocó un Scherzo en segundo lugar (en realidad con el Scherzo podía hacer lo que quisiera porque fue él quien lo introdujo en las sinfonías como evolución del tradicional minueto) y como tercero se inventó un adagio que hace de transición entre los convulsos dos primeros movimientos y el paraíso que constituirá en el cuarto la oda.

Os invito a conocer “la otra cara” de la novena sinfonía de Beethoven.

La belleza de este adagio, que algunos califican como “transición” que hoy os presento solo es comparable a su desconocimiento y, a mi modo de ver solo puede ser calificado de SU BLI ME.

Para entenderlo mejor os lo he dividido en 6 partes fácilmente reconocibles:

1.- Un tema principal lírico, lento, delicado. Un descanso después de la fuerza de los dos movimientos anteriores.

2.- Un andante en re mayor que consiste en un delicado diálogo entre cuerdas y vientos.

3.- Una variación del tema principal con mucha figuración en la parte del violín con vientos (especialmente las trompas) que intercalan respuestas a las variaciones.

4.- Un segundo andante que es básicamente una repetición del primero con más protagonismo melódico de viento-madera frente al anterior de la cuerda.

5.-Una segunda variación del tema principal con una cuarta trompa como contramelodía con cuerdas que acompañan mientras la exposición melódica corre a cargo de los vientos.

6.- La coda Muy larga y con tema propio interrumpida por una fanfarria para continuar después , plácido el violín con su hermosas figuraciones hasta que el movimiento termina con un disminuendo.

Aquí os dejo esta maravilla de la humanidad. Espero que la disfrutéis.

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