La felicidad es uno de los mayores anhelos de la actualidad. Es cierto que lo ha sido desde hace mucho tiempo, pero quizá nunca como ahora ha habido manuales, guías e investigaciones científicas acerca de cómo ser feliz. Quizás esto se deba a que antes la felicidad se consideraba más como la consecuencia natural de otros logros -y por eso los consejos apuntaban a cómo tener éxito, ganar dinero, evitar el envejecimiento, etc.- y ahora se aprecia como un fin en sí misma. O, mejor aún, más que como un fin: como un estado vital.
Según los últimos datos de la ciencia, hay cinco habilidades que son claves para la felicidad a largo plazo: estabilidad emocional, optimismo, determinación, control y actitud consciente o meticulosidad (en inglés conscientiousness, que también puede traducirse como esmero o diligencia). Así lo reveló un estudio publicado en abril por Andrew Steptoe y Jane Wardle, investigadores de la University College de Londres, en la revista especializada Proceedings of National Academy of Sciences.
El trabajo analizó un grupo de 8.119 hombres y mujeres con una media de edad de 66 años y 8 meses (los más jóvenes tenían 52 años). Y halló que quienes tenían más desarrolladas las citadas habilidades también mostraban índices más altos en otras categorías, como ingresos y riqueza económica, bienestar subjetivo y vínculos más estrechos con otras personas, así como menores tasas de depresión, aislamiento social y sensación de soledad.
No fueron esos los únicos factores positivos asociados con esas cinco destrezas. Las personas que más disponían de ellas también experimentaban sensaciones más saludables, menos enfermedades crónicas y menor deterioro de las actividades cotidianas, mayor velocidad al caminar y mejores cifras en biomarcadores como el colesterol, vitamina D y obesidad. Steptoe y Wardle apuntan también en las conclusiones de su estudio que ninguna de estas habilidades fue por sí sola responsable de esta mayor calidad de vida, sino su desarrollo conjunto.

Las ventajas de ser optimistas

El optimismo, una de esas cinco destrezas consideradas necesarias para ser feliz, “atrae la buena suerte”. Así lo explicó el catedrático inglés Richard Wiseman en su libro The Luck Factor, traducido al español como ‘Nadie nace con suerte’ (Ed. Temas de Hoy, 2003). A partir de numerosas experiencias, Wiseman analiza cómo las personas optimistas aplican la llamada “mentalidad de inversión”: la capacidad de darse cuenta de que, aunque algo haya ido mal, podría haber ido peor, lo cual abre perspectivas positivas hacia el futuro. 

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Foto: HypnoArt
Fuente: eldiario.es