Llega la época estival y resulta que nuestra terraza o jardín necesita de un arreglo… Aún estamos a tiempo para lucir muebles nuevos, así que sólo tenemos que ponernos manos a la obra. Lo primero es observar nuestro mobiliario y saber ciertamente de qué material está fabricado. El segundo paso es ver por dónde se han deteriorado y cual puede ser la renovación más acertada. Os ofrecemos varias soluciones de conservación y mantenimiento, según el acabado de estos mobiliarios Seguro que quedarán como nuevos una vez realizados estos retoques.
La madera
El mobiliario de jardín puede ser fabricado en madera, pero de esta hay varios tipos todos ellos muy resistentes a las condiciones ambientales extremas. Las maderas más utilizadas son, la madera de acacia más resistente y longeva, de pino ( aunque es una madera blanda y endeble se adapta perfectamente a los exteriores) y para finalizar las maderas tropicales con una durabilidad media, todas ellas junto al bambú son las más empleadas en estos mobiliarios.
Para su conservación primero debemos limpiar todas las zonas con un paño húmedo y jabón neutro. Si observamos alguna grieta exterior se puede aplicar una masilla para madera. Una vez secado el mueble aplicar aceites que contenga filtro UV o con protectores específicos para la madera. El aceite protector se debe extender en la misma dirección que tenga la veta de la madera dejando secar el producto un mínimo doce horas.
La fibra natural
Las fibras naturales son resienten a la humedad y al frío pero después del invierno suelen tender a acumular polvo y hongos. Estos mobiliarios deben ser aspirados y posteriormente lavados con agua y amoniaco aunque también se puede añadir jabón neutro a esta composición. Una vez que hayan secado procederemos a dar una capa de barniz incoloro que favorece por ser aislante, por darle brillo y resistencia. Las terminaciones pueden ser en mate, satinado o brillante, a gusto personal. Este tipo de mobiliario si se moja debe ser secado lo antes posible ya que se deteriora con facilidad ante la humedad.
De hierro forjado, aluminio y resina
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Los mobiliarios de hierro forjado para terrazas o jardines necesitan un doble mantenimiento anual. Se oxidan fácilmente y para quitar ese óxido podremos emplear un cepillo metálico o lana de acero específico. Despues de este cepillado efecto lija se puede aplicar un producto antioxidante y si es necesario hasta se pueden pintar con las tonalidades de temporada, así eliminaremos el resto de óxido no eliminado. Si nos interesa que estos muebles tengan brillo se pueden cubrir con una ligera capa de aceite de vaselina, así quedarán relucientes.
De polietileno o ratán sintético
Con textura y aspecto casi idénticos al ratán natural, la fibra de polietileno tiene mayor resistencia al roce, a la humedad y al deterioro en general en comparación con la fibra natural. Resistente a la humedad y al sol, estos mobiliarios se pueden proteger del clima agresor con tratamientos contra los hongos y los rayos uva. Es muy importante que elijamos unos muebles de exterior con fibras de calidad, así aguantarán muchos años.
La conservación de este material consiste primero en un cepillado y aspirado. Segundo un lavado con agua y jabón neutro seguido de su aclarado. Es mucho más fácil si utilizamos una manguera dejando que sequen al aire libre.
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