La corrección política predicada por la izquierda y
cobardemente admitida por la derecha es una forma antinatural de
planteamiento político
. Puede que Marx hubiese escrito una obra muy
distinta de haber conocido la teoría de juegos. En
la teoría de juegos se estudian las decisiones en las que para que un
individuo tenga éxito debe tener en cuenta las decisiones tomadas por el
resto de los agentes que intervienen en la situación. La corrección política resulta antinatural así como el marxismo porque no tienen en cuenta para nada ninguna sinergia. Evidentemente la corrección política es dogmática así como los sistemas sociales que surgieron de postulados marxistas son totalmente autoritarios. Son la antítesis de la sinergia. En cambio, en un democracia si que se admiten y se dan movimientos sinérgicos tanto durante las elecciones de representantes como en el momento de la legislación y las decisiones tomadas por el ejecutivo.

En teoría
de juegos no tenemos certezas sino que hemos de preguntarnos qué vamos a
hacer teniendo en cuenta lo que pensamos que harán los demás; y ellos a
su vez actuarán pensando según crean van a ser nuestras actuaciones. La
teoría de juegos ha sido utilizada en muchas decisiones empresariales,
económicas, políticas o incluso para ganar jugando al póker. En los
análisis suelen utilizarse matrices y árboles de decisión como
herramientas para comprender mejor los razonamientos que llevan a un
resultado u otro. Además las resoluciones tomadas son de tipo matemático.

La
clave de la cooperación se basa en un concepto llamado sinergia: una
combinación de interacciones que produce una combinación de efectos.
Ahora bien, estos efectos se autocontrolan y ejercen una función de
autovigilancia. Veamos un ejemplo:

El sinergismo se basa en una característica fundamental del mundo
material, es decir, que cosas en diferentes combinaciones, a veces
interaccionando con otros de la misma clase y en ocasiones haciéndolo
con diferentes tipo de cosas, han sido una fuente prodigiosa de
novedades evolutivas
. La sinergia es, en definitiva, la gasolina del
motor de la evolución
.

Por otra parte, estos nuevos “efectos
cooperativos” han producido durante los últimos 3,5 mil millones de años
en todos los niveles distintos de la vida en nuestro planeta; “niveles
más altos” irreductibles frutos de la causalidad y de la acción y cuyo
constituyente de “partes” han sido favorecida por la selección natural.
De hecho, en muchos casos estos “todos” se han convertido en partes de
sí mismos en otro nuevo nivel superior de efectos combinados como
sinergia, dando lugar a nuevas relaciones sinérgicas cada vez más
complicadas
. La sinergia cumple y supera también con el principio de la
psicología de la Gestalt, donde el “todo es más que la suma de las
partes
”, ya que ese todo es funcional y se les podría relacionar con los
fractales ¿Disparates o líneas de investigación? La evolución funciona
con experimentos disparatados
que salieron bien: en el fondo la técnica
del brainstorming (tormenta de ideas) se basa en el mismo principio.

Si
aplicásemos estos conocimientos a las teorías política nos harían ver
las relaciones sociales bajo un nuevo prisma. Nos daría respuestas a
nuevos planteamientos surgidos de los anteriores, y como ocurre con la
evolución; muchas de estas baterías de preguntas-respuestas serían
experimentos fallidos, pero otros planteamientos darían con soluciones
que ni siquiera imaginamos. Por ello la falta de inteligencia de Podemos, cuyas teorías ya fracasaron de forma práctica en todos aquellos lugares que intentaron experimentarlas. Podemos no deja de ser una muestra de fracaso evolutivo y de ignorancia ya que nunca la naturaleza intenta dos veces un experimento fallido. Y un experimento fallido es lo que ellos son. Implantarlo en España solo conduciría a un nuevo fracaso moral y social.

Si hacemos lo que la naturaleza nos enseña y dictan las matemáticas ya pueden suponer que la teoría de juegos y
sinergias no ofrecen respuestas definitivas, como tampoco lo hace la
evolución, pero puede abrir campos nuevos a la hora de considerar la
resolución de problemas de las relaciones sociales y formas de gobierno. Pueden dar saltos de gigante en la organización de nuestras sociedades,
nuestra economía y en la forma en que se dan las relaciones de poder. Consideremos a modo de ejemplo que cuando las parcelas
políticas de poder se reparten en función de las relaciones genéticas o
de equivalencia social estamos instalados en composiciones de nepotismo o
castas. Es el caso actual de nuestra estructura social organizativa.

El modelo biológico del nepotismo lo tenemos en lo que hacen
las abejas, que solo cooperan con los otros elementos de la misma
colmena. A su vez, las abejas son el primer eslabón de la vida con su
función polinizadora. Sin abejas se extinguiría la vida en la tierra,
así de simple y determinista. Es decir, que el problema se complica
según nos vamos alejando y relacionando elementos desde una perspectiva
más amplia. En cambio, la historia demuestra que el nepotismo causa la
miseria de la sociedad civil, y para muestra Corea del Norte o cualquier
régimen totalitario como al que muchos aseguran nos conducirían las tesis podemitas.

Quiere esto decir que los problemas son sumamente
complejos y peligrosos: así como una mala interpretación sobre el diseño
aerodinámico de un animal no ofrece necesariamente un modelo
aerodinámico aplicable al diseño de una nave, tampoco un modelo de
relación en un ecosistema tiene necesariamente que ser definitivo.
Además, mencionando peligros no olvidemos la aplicación del
neo-darwinismo en el nazismo, donde se justificaba la supremacía del más
fuerte y destrucción del débil o en el socialismo, donde se justificaba
sacrificar sin miramientos al individuo por el bien de la sociedad, y
que en definitiva acabó en puro nepotismo y produjo un atroz dominio de los oligarcas
jefes del partido sometidos al supremo. Tengamos siempre presente al
mito de Frankestein para no crear al monstruo cuando consideremos
organizaciones sociales y económicas. Tengamos cuidado con Podemos.