Es increíble la ignorancia de los votantes podemitas y el disparate que le han colado a cinco millones de españoles unos jóvenes, cuyo único mérito ha sido el de no pegar palo al agua en su vida y prometer derechos no ganados sin ningún deber no puede ser menos que un camino de todos menos las élites hacia la misma miseria que están viviendo en Venezuela. Venezuela es un país que de no estar dirigido por esos populismos que han surgido tras la caída del muro y derrumbe de la URSS se dirige hacia una cubanización irremediable. Lo triste es que sus riquezas naturales podrían mantener a unas desahogadas clases mediad en vez de la miseria que están sufriendo sus habitantes. La primera reserva del mundo de petróleo aunque no sea de calidad y necesite más refinado, la segunda de gas natural y con reservas de oro se dedica a vender a Estados Unidos, que les compra el petróleo por motivos estratégicos y se lo regalan a Cuba en el timo de tocho-mocho, donde los venezolanos son los que salen perdiendo. Venezuela podría pagar a los mejores médicos y tener los mejores hospitales, universidades y colegios si no fuese por ese populismo que los está destruyendo. Para nada necesitan regalar petróleo a cambio de paramédicos, paramilitares, y parasesores a una Cuba que ya debería empezar a despertar. Pues bien, ese es el mundo al que Pablo Iglesias y sus acólitos quieren llevarnos. Y lo alarmante es que hayan convencido a cinco millones de votantes y estén en el Congreso armando gresca, que es lo único que son capaces de hacer ya que su nivel intelectual no les da para ofrecer ideas para España como no sea para expoliarla. Es más, apoyan a los sedicionistas, a los que quieren destruir España. Solo la ignorancia del pueblo español puede llegar a darles responsabilidades de gobierno y solo los ignorantes los han metido ahí.