A primera hora de hoy, la diputada por Málaga M del Carmen Prieto, hasta ahora de Cs, ha presentado ante el registro del Parlamento Andaluz, la modificación de su condición de diputada y su pertenencia al partido de Rivera, para crear en la cámara andaluza, el grupo de los no adscritos.Esta decisión de la diputada malagueña, viene motivada como consecuencia del acoso que viene sufriendo en los últimos tiempos desde la dirección del grupo parlamentario y del partido, al comprobar sus desavenencias con el giro ideológico que ha dado la formación naranja, desde que se ha celebrado la Asamblea Nacional de Ciudadanos.

En este sentido y aunque la diputada ha sido apartada de la militancia del partido de Rivera, bajo la acusación de absentismo parlamentario, todo parece indicar que este abandono de Mari Carmen Prieto, se debe fundamentalmente a las graves discrepancias que existen en el seno de la formación, respecto a su líder parlamentario Juan Marín, conocido como el responsable del “Clan de Sanlucar” y que está originando importantes tensiones tanto en el seno del grupo parlamentario, como en el conjunto del partido en Andalucía.
Como ya adelantara El Diestro la semana pasada, en el seno de la formación naranja existe una lucha soterrada que ha estallado con la decisión de la diputada malagueña, entre los sectores provenientes del PP y de aquellos que accedieron al partido de Rivera desde el PSOE y UPYD, por la toma del poder y el control de la formación,teniendo en cuenta que no se acepta la postura blandita que tiene Juan Marín con el PSOE de Susana Díaz, en alguno de los puntos programáticos del pacto de apoyo a los socialistas, como es el caso del impuesto de sucesiones y otros temas, que están colocando a la formación naranja en una situación complicada ante la sociedad andaluza.

Según ha podido saber El Diestro de fuentes cercanas a Cs, está decisión de la diputada malagueña, además de abrir una crisis interna importante, podría no ser la única que se tome por parte de los críticos con Juan Marin, puesto que si la dirección nacional no reacciona, otros cargos públicos regionales y provinciales así como locales, podrían seguir el mismo camino de Mari Carmen Prieto, quien ha afirmado sentirse perseguida y humillada de manera permanente, lo que le va generado incluso ciertos problemas de salud.

No podemos olvidar que por evitar ser controlados por Juan Marín, algunos cargos de Cs han dimitido de sus responsabilidades en municipios, manteniendo otros en el ámbito nacional o provincial, con el único fin de escapar de la influencia de Marín, a quien consideran un lastre para el ejercicio de la política, dada su sumisión a Susana Díaz, a la hora de exigir a los socialistas, el cumplimiento de los acuerdos alcanzados para la sustentación del gobierno autónomo.