Almería, una de las provincias más prósperas del Sur de España, puesto que representa el 29% del P.I.B de Andalucía es, a su vez, una de las provincias más marginadas a la hora de recibir inversiones tanto de la administración central y autonómica, en muchas materias como sanidad, educación e infraestructuras, hasta el punto de que una frase habitual entre sus ciudadanos es “somos el culo del mundo” o “somos una provincia castigada por decir no al estatuto de autonomía”.
Centrándonos en las infraestructuras y particularmente en las ferroviarias, Almería, considerada como la huerta de Europa, sufre el bloqueo en las inversiones del AVE, en el tramo correspondiente a su conexión con Murcia, lo que ha originado que una plataforma conocida como LA MESA DEL FERROCARRIL, haya acudido a las instituciones europeas para pedir amparo a las mismas y que a su vez, insten al gobierno central, a finalizar las obras de construcción de Alta Velocidad. Desde estos organismos europeos solo se les ha contestado que la responsabilidad única es del gobierno de la nación, pero que instarán a que se solucione este grave problema.
La situación que vive actualmente un ciudadano almeriense respecto al ferrocarril y que también sufre el autor, es la siguiente. Si una persona quiere acudir a Madrid en tren, a fin de hacer alguna gestión en la capital de España, se ve obligado a salir de su ciudad a las 7 de la mañana, para llegar alrededor de las dos de la tarde, contando retrasos u otras incidencias, con la particularidad de que ese tren vuelve a la ciudad indaliana, con salida a las tres desde Madrid.
Esto le obliga a pernoctar sin más remedio en la capital, para llevar a cabo cualquier gestión en horarios de la administración. Lo mismo ocurre si tiene que desplazarse a Barcelona, viéndose obligado a realizar un transbordo de tren en Linares, para coger el que viene desde Algeciras hasta la Ciudad Condal. Muchos pueden pensar que la alternativa al tren puede estar en los viajes de avión, pero como su aereopuerto no es uno de los tres cabeceras de Andalucía, sólo cuenta con nueve vuelos diarios a Madrid o Barcelona, siendo imposible acceder de manera directa a ciudades del norte de España, sin realizar el transbordo correspondiente en la T4 de Barajas. A esto hay que sumarle el precio del billete, puesto que un vuelo por ejemplo entre Almería y Bilbao, puede rondar entre los 200 a 240 euros, dependiendo si se lleva equipaje o no.
En época veraniega el aeropuerto de Almeria tiene un total de 26 vuelos entre trayectos nacionales e internacionales, sin contar los charter correspondientes al Inserso, dado que por su clima, es una provincia receptora masivamente de turismo de la tercera edad, en la época invernal.
El próximo 4 de abril y con fanfarrias del partido de Rajoy, acude a Almería el Ministro de Fomento Iñigo de la Serna, para supuestamente anunciar plazos de finalización de obra e inversiones, que luego no se cumplen y que taponan el desarrollo de la provincia del Mar de Plástico y la que más horas de sol disfruta al año, lo que le hace ser un atractivo destino para turistas nacionales e internacionales que buscan la calidad de vida de su entorno, a pesar de ser la provincia más abandonada desde todas las administraciones, cumpliendo ese trágico calificativo de que “Almería es el culo del mundo”
Eduardo Narbaiza